Reducir el apetito con ejercicios

Ahora un reciente estudio ha descubierto que el ejercicio físico también ayuda a reducir el apetito, sobre todo en aquellas personas que lo practican sistemáticamente.
El estudio en cuestión analizó la actividad cerebral de 18 mujeres de peso normal y 17 mujeres obesas, luego de haber observado varias fotografías donde se mostraban alimentos o flores. Las evaluaciones se realizaron después de que las mujeres caminaran a paso ágil por una cinta durante 45 minutos. Al cabo de una semana sin haber hecho ningún tipo de ejercicio físico se realizó una segunda evaluación.
De esta manera, los investigadores comprobaron que el interés por la comida después de haber realizado ejercicio físico había disminuido notablemente. De la misma forma, las mujeres no sintieron la necesidad de comer más el día que practicaron los ejercicios. Incluso en las mujeres con obesidad los resultados fueron prácticamente idénticos, lo cual indica que la obesidad no influye sobre la motivación alimentaria.
Sin embargo, esta no es la única investigación que relaciona la actividad física y el apetito. En el pasado, un estudio estadounidense ya había demostrado que el sedentarismo reduce el gasto energético pero provoca un balance calórico positivo e incrementa la sensación de hambre. Esto podría explicar porqué las personas que pasan muchas horas delante del ordenador o la televisión suelen comer más.
Para evitar este problema sería suficiente con hacer una caminata a paso rápido al menos tres veces a la semana y durante media hora ya que no es necesario el ejercicio físico intenso sino la actividad constante.
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