Protectores del hígado: Los alimentos colagogos y coleréticos
El hígado es el órgano mayor de nuestro cuerpo y produce diariamente alrededor de un litro de bilis, una sustancia que es necesaria para la digestión. La bilis se concentra en la vesícula biliar desde donde se libera cuando las grasas llegan al duodeno y, cuando lo hace en la proporción adecuada, evita los conocidos cólicos.
De la misma forma, el hígado recibe la sangre que contiene tanto los nutrientes de los alimentos como las toxinas. El hígado purificaría esta sangre antes de que fluya libremente por el organismo. Además, en el hígado la glucosa que ingerimos se transforma en glucógeno (una reserva de energía) y se sintetizan los aminoácidos para dar lugar a las proteínas. En resumen, que el hígado es uno de nuestros órganos más importantes que nos permite mantenernos nutridos y libres de toxinas, es por ello que los daños al hígado suelen tener consecuencias nefastas.
No obstante, en nuestra vida cotidiana afectamos continuamente el trabajo del hígado, ya sea cuando ingerimos alcohol, cuando comemos grasas en exceso o cuando tomamos algunos medicamentos altamente nocivos.
Aún así, existen alimentos que actúan como protectores del hígado y estos se conocen como: colagogos y coleréticos. Los alimentos colagogos son aquellos que estimulan el vaciamiento más o menos suave de la vesícula biliar mientras que los alimentos coleréticos aumentan la secreción de bilis y la hacen más fluida.
Echemos un vistazo a los alimentos que actúan como protectores del hígado:
– Los rábanos: actúan sobre el organismo descongestionando y desintoxicando el hígado, favoreciendo a la vez el vaciado de la bilis.
– Las alcachofas: debido a su contenido en cinarina, poseen un poder regenerador; sobre todo cuando se preparan infusiones con sus tallos y hojas (se aconseja añadir 100 gramos de hojas y tallos cada un litro de agua y beber tres tazas al día).
– La remolacha roja: aumenta el flujo de la bilis y es particularmente útil para eliminar las toxinas del hígado.
– El diente de león: con propiedades diuréticas y depurativas, suele aconsejarse cuando se presentan deficiencias hepáticas. Se recomienda preparar un jugo con sus hojas y raíces y tomar tres cucharadas al día antes de las comidas.
Otros vegetales como la achicoria o la berenjena también son útiles mientras que los cítricos provocan un vaciado demasiado rápido de la vesícula biliar (teniendo un efecto colagogo) por lo que no es recomendable si la persona padece de cálculos biliares.