Problemas en los tendones: ¿Cuáles son los más comunes?
Los tendones cumplen la función principal de mantener unido el músculo con el hueso, facilitando la movilidad del cuerpo. Están formados por fibras de colágeno (que proporcionan resistencia a la actividad que realizan) y por elastina (que le confieren elasticidad al tejido).
Para que los tendones funcionen correctamente y no se dañen, es necesario tener grandes cuidados pues cuando se exponen a una sobrecarga que supera los límites de resistencia del tendón, suelen aparecer inflamaciones, desgarros o roturas del tejido que afectan la movilidad de la zona dañada. Estos problemas en los tendones suelen acrecentarse con la edad, sobre todo luego de los 30 años, cuando se experimentan cambios degenerativos que afectan su elasticidad y resistencia.
Entre los problemas más comunes de los tendones se encuentra la tendinitis en la muñeca, que afecta a las vainas del tendón separador largo y del extensor corto del pulgar. Esta patología suele originarse por la realización de tareas manuales repetitivas y provoca dolor e inflamación en la parte externa de la muñeca a la altura del pulgar.
También es usual encontrarse el trastorno del hombro doloroso, cuya causa más frecuente es la tendinitis del supraespinoso, o sea la afectación del músculo que eleva el brazo. En esta alteración el tendón se desliza y padece de frecuentes roces que terminan por dañarlo y ocasionan un dolor severo.
También es frecuente el trastorno del tendón rotuliano, que afecta sobre todo a los ciclistas y saltadores y a las personas que tienen una desviación de la rótula. En esta afectación el tendón situado debajo de la rótula tiende a inflamarse y ocasiona un fuerte dolor que se incrementa al doblar o estirar la pierna. Por lo general, este tipo de lesión es resistente a los tratamientos y tiende a hacerse crónica con el tiempo.
Respecto a la prevención de estos trastornos, los especialistas recomiendan evitar los sobreesfuerzos, realizar pausas durante la jornada laboral, potenciar adecuadamente la musculatura, así como efectuar calentamientos antes de realizar actividades laborales o deportivas y practicar ejercicios de estiramiento y relajación que favorezcan la acción de los tendones.