Peligros en el uso del móvil: ¿Provoca cáncer?

El empleo de los teléfonos móviles en nuestros tiempos más que una costumbre se ha convertido en una necesidad. Y es que ya nadie imagina salir a la calle sin su móvil. A esta fuerte costumbre se le ha añadido además el desarrollo tecnológico alcanzado por éstos teléfonos que incorporan ya novedosos accesorios como Internet o incluso el buscador satelital.

Sin embargo, estudios recientes de investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el uso del móvil aseveran que su empleo excesivo podría aumentar el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer cerebral. Para llegar a esta conclusión se realizó un seguimiento durante un periodo de diez años a un total de 13.000 personas que usaban con regularidad su teléfono móvil.  

Al respecto, los científicos de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC) pertenecientes a la OMS señalan que el uso de teléfonos móviles podría provocar algunos tipos de cáncer cerebral debido esencialmente a los campos de radiofrecuencia electromagnética que generan estos aparatos y que pueden inducir el crecimiento sobre todo de los gliomas cerebrales.

En este sentido, según la OMS, la acción de agentes físicos, químicos y biológicos en relación a la aparición de cáncer puede clasificarse en tres grupos esenciales: agentes cancerígenos para el ser humano (grupo 1), agentes posiblemente cancerígenos para los humanos (grupo 2) y los factores que no pueden considerarse cancerígenos (grupo 3).

De esta forma, los especialistas aseveran que la acción del campo de radiofrecuencia electromagnética corresponde esencialmente al grupo de los factores no cancerígenos, con aproximadamente otras 508 sustancias. Sin embargo, en el nivel de posibles agentes cancerígenos se han integrado las radiaciones de los móviles junto a otros 325 factores.

Obviamente, también existen muchos especialistas que afirman que ubicar a los teléfonos móviles en el grupo 2 es demasiado arriesgado ya que las evidencias científicas aún no son capaces de demostrar con precisión que, efectivamente, las ondas emitidas por el mismo pueden resultar tan dañinas.

De esta manera, los resultados del estudio hasta el momento han quedado en suspensión, quizás a la espera de nuevas evidencias. Mientras tanto, lo más saludable sería la prevención, por ende, disminuir el uso del móvil.

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