Nivel de colesterol bajo: No siempre es positivo
Probablemente una buena parte de las personas del mundo coinciden en el hecho de que debe disminuirse el nivel de colesterol en sangre. Y es que a partir de una serie de estudios realizados en los últimos años se ha relacionado el nivel de colesterol elevado con un mayor riesgo de sufrir arterioesclerosis, enfermedades cardiovasculares e ictus. Aún así, no debe olvidarse que tenemos dos tipos de colesterol: el colesterol HDL “bueno” y el colesterol LDL “malo”.
El colesterol “malo” es el principal responsable del endurecimiento de las arterias pero el colesterol “bueno” cumple otras funciones en el organismo como el transporte de los triglicéridos y grasas presentes en la sangre y otras partes del cuerpo hasta el hígado. Por ello, si sus niveles son bajos, también resulta negativo para nuestra salud.
Recientemente la New England Journal ha publicado un artículo donde alerta sobre los peligros de tener el colesterol demasiado bajo. El estudio en cuestión se preguntaba cómo, si las personas presentaban niveles bajos de colesterol LDL, el riesgo cardiovascular aún continuaba siendo importante. Esta pregunta surgió a partir del análisis de un total de 2.661 casos que habían sido tratados con estatinas y que alcanzaron un nivel de LDL por debajo de los 70mg/dL.
Una posible explicación es que estas personas también presentaban niveles bajos de colesterol HDL ya que en muchas ocasiones cuando se presenta una disminución del 20 o el 30% del colesterol general, también disminuye el colesterol “bueno”. Esta idea ha sido sustentada por otras investigaciones donde se pudo apreciar que el aumento de tan solo 1mg de HDL se correlacionó con un descenso del 24% de riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.
Así, en la actualidad en los círculos médicos se han comenzado a replantear el papel del colesterol HDL siendo necesario revisar los tratamientos clásicos para la disminución de los niveles de colesterol, sobre todo en las personas con dislipemia.
Para cerrar el capítulo, debemos conocer además que el colesterol interviene en la producción de varias hormonas como el estrógeno, la testosterona y la cortisona y a la misma vez es vital para la adquisición de la vitamina D. Un nivel de colesterol bajo puede debilitar las membranas arteriales y tendremos una mayor propensión a las hemorragias y también puede coadyuvar la aparición de estados depresivos.
Así, es bueno preocuparse porque nuestra dieta sea baja en alimentos que nos propicien el colesterol malo pero que sea adecuada en aquellos alimentos que faciliten el aumento del colesterol bueno.