Los usos del jengibre
El jengibre es una hierba natural cuyas partes se empleen tanto en la medicina moderna como en la industria manufacturera y en la cocina de todo el mundo. En realidad el rizoma o tallo subterráneo es la parte del jengibre más utilizada que se suele emplear como condimento y medicamento, ya sea en su forma natural, seca, en polvo o en aceite.
Dentro de los usos del jengibre en la medicina se destaca su empleo en el tratamiento de problemas estomacales, en los mareos inducidos por el movimiento, en las náuseas provocadas por el embarazo, así como en los cólicos, la flatulencia, los vómitos y náuseas luego de una cirugía, además de su uso en el tratamiento de la pérdida de apetito y el malestar estomacal.
También se suele emplear en el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior, la bronquitis y la tos. En su forma natural se utiliza además para tratar la disentería bacteriana aguda, la malaria, la calvicie, el reumatismo, el dolor de migraña y de muelas, así como en las mordeduras de serpientes venenosas.
Por otra parte, el jengibre seco puede utilizarse para el dolor de pecho, de espalda o en el estómago. A la vez, el jugo o aceite de jengibre se emplea en el tratamiento de quemaduras y para aliviar determinados tipos de dolores aplicándose directamente sobre la piel.
El jengibre se emplea además en la elaboración de alimentos y bebidas como agente saborizante ya que le proporciona un sabor muy peculiar a los platos.
En la industria manufacturera se utiliza como fragancia en la creación de jabones y cosméticos, mientras que en la industria química el jengibre se emplea como ingrediente para la elaboración de medicamentos laxantes, antiácidos y antiflatulentos.
Obviamente, aunque su empleo es beneficioso para la salud humana, los especialistas siempre recomiendan que primero se consulte a un especialista ya que el jengibre tiene varias contraindicaciones y efectos adversos.