Los síntomas del Bocio, sus causas y tratamiento

El bocio es un crecimiento anormal de la glándula tiroides que puede apreciarse justo debajo del cuello, en su parte anterior. La causa más común de este trastorno es la deficiencia de yodo ya que el mismo es esencial para la producción de la hormona tiroidea. Si la tiroides no produce una cantidad suficiente de hormona tiroidea que permita satisfacer las demandas del organismo; ésta aumenta de tamaño para compensar la deficiencia. Vale aclarar que como en muchos países se utiliza la sal yodada, ésta causa queda descartada para la aparición del bocio.

En otras ocasiones sucede justo lo contrario y el bocio se produce cuando la glándula tiroides es hiperactiva; es decir produce demasiada hormona tiroidea. En estos casos los responsables de la hiperactividad son los nódulos tiroideos, unas protuberancias que generalmente son benignas y que ni siquiera demandan tratamiento.

También algunas infecciones pueden inflamar la tiroides y dañar el tejido tiroideo provocando el bocio.

Debe destacarse que existen algunas personas que presentan una propensión a desarrollar problemas de tiroides, como aquellas que sobrepasan los 30 años, que tienen en su familia personas que han sufrido problemas tiroideos, que padecen algún tipo de enfermedad autoinmune o diabetes de tipo 1.

Dentro de los principales síntomas del bocio pueden mencionarse:

-Ensanchamiento del cuello e hinchazón en uno de sus lados

-Aumento visible del tamaño del cuello

-Dolor de garganta, ronquera y/o dificultad para tragar

-Problemas para respirar o silbidos en el pecho debido a la compresión de la tráquea

-Mareo al levantar los brazos por encima de la cabeza

Como el bocio está relacionado con los problemas de la tiroides otros de sus síntomas asociados son:

Cuando se presenta el hipotiroidismo: somnolencia, intolerancia al frío y piel reseca.

Cuando se presenta el hipertiroidismo: pérdida de peso, cansancio, palpitaciones y nerviosismo.

En lo que se refiere al tratamiento del bocio, si éste es causado por el hipertiroidismo o el hipotiroidismo entonces se tratará este problema, lo cual conducirá a una reducción del bocio. Si el bocio no es cancerígeno entonces se podrá recibir una terapia de sustitución de hormona tiroidea o de lo contrario, se acude a la extirpación quirúrgica.

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