Los daños de la comida rápida

Sin embargo, lo cierto es que los daños de la comida rápida superan los beneficios que podemos obtener. Un estudio recientemente publicado en la revista Plos Medicine afirma que ingerir comida rápida aumenta las probabilidades de sufrir obesidad o de desarrollar la diabetes de tipo 2.
Esta investigación se ha basado en los datos obtenidos a partir de una serie de estudios anteriores realizados con enfermeras en los cuales se ha visto que cuando el trabajador debe realizar turnos, las probabilidades de desarrollar ciertas enfermedades aumentan si se sigue una dieta alimenticia inadecuada.
Este no es un problema a desestimar, sobre todo si se tiene en cuenta que aproximadamente el 20% de la población europea y estadounidense no tiene un horario de trabajo fijo; es decir, trabajan por turnos. Como puede presuponerse, la alteración del ritmo circadiano provoca desarreglos metabólicos que, a su vez, se ven potenciados por una alimentación poco sana.
La comida rápida destaca por su elevado contenido en grasas, su gran aporte calórico y su bajo aporte en vitaminas y oligoelementos. Por ende, todas las personas que la consumen tienen un riesgo mayor de desarrollar enfermedades metabólicas pero este riesgo aumenta si se le suman los desarreglos provocados por el trabajo por turnos.
Así, los especialistas puntualizan que es mejor tomarse un poco de tiempo para preparar una comida saludable donde estén incluidas las frutas y las verduras así como las proteínas y los carbohidratos en las dosis justas.
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