Las propiedades de la manzanilla

La manzanilla es una planta muy apreciada desde los tiempos antiguos por la amplia gama de propiedades medicinales que posee. Suele crecer en terrenos secos y soleados de manera silvestre por lo que su recolección resulta bien fácil.

Según los investigadores, esta planta posee varios principios activos que son los responsables de todas las propiedades de la manzanilla que se conocen hasta el momento. Entre estos principios se describen: los mucílagos, el aceite esencial, las sales minerales, cumarinas, flavonoides y los principios amargos.

En particular el aceite esencial, las cumarinas y flavonoides le confieren a la manzanilla su propiedad antiinflamatoria, espasmolítica, antiséptica, carminativa, emenagogo y ligeramente sedante. Mientras que los principios amargos le conceden su acción aperitiva, digestiva y colerética. Estos principios activos le confieren además su carácter antiinflamatorio, cicatrizante, antiséptico y analgésico en su uso externo, además de sus propiedades capilares para aclarar el color de los cabellos.

Debido a su amplios efectos medicinales, los especialistas la recomiendan como estimulante digestivo para favorecer el funcionamiento de los intestinos y la expulsión de gases, así como en los casos de nauseas, vómitos, inapetencia, mala digestión, gastritis, diarreas, acidez de estómago, cólicos flatulentos, dolores musculares, irritaciones cutáneas, picaduras, hinchazones, molestias oculares y conjuntivitis.

En estos casos es recomendable consumir la manzanilla en forma de tisana luego de las comidas para eliminar las posibles complicaciones de una mala digestión. En el caso particular de la expulsión de gases puede elaborarse una infusión carminativa combinando la manzanilla con el anís verde, la menta, hinojo u olmo rojo. Para los casos de relajación puede consumirse junto con la tila, la valeriana o la verbena, en una deliciosa infusión.

En este sentido, los especialistas recomiendan ser precavidos en relación al consumo de manzanilla, pues aunque posee muchos efectos medicinales no resulta efectiva en las mujeres embarazadas, ni en casos de gastritis, úlceras gastroduodenales, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, epilepsia, Parkinson o en enfermedades neurológicas severas. Es por ello que su empleo sistemático debe realizarse siempre bajo prescripción médica siendo muy cuidadoso en la observación de los efectos que provoca.