Las consecuencias de la depresión para la salud física
Las consecuencias de la depresión desde la perspectiva social y psicológica se consideran bastantes negativas para la persona que la padece. La depresión es un enemigo silencioso que impide la planificación de metas y objetivos a largo plazo y restringe el campo de las relaciones sociales asertivas. Todo esto era conocido; sin embargo, un estudio reciente afirma que la depresión también puede afectar de manera severa la salud física de la persona.
El estudio publicado en la revista Stroke afirma que la depresión aumenta el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular de la misma forma que un accidente cerebrovascular aumenta el riesgo de sufrir de depresión.
Los investigadores dieron seguimiento a un total de 80.574 mujeres sin antecedentes de accidente cerebrovascular de 54 a 79 años de edad y durante el período del 2000 al 2006. La depresión se evaluó mediante un instrumento estandarizado que permitía verificar los síntomas, mediante las recetas de antidepresivos y/o por un diagnóstico de depresión del médico.
Como resultados se obtuvo que las mujeres deprimidas eran más proclives a ser fumadoras, solteras y a ser físicamente menos activas que las mujeres no deprimidas. Así, del 22% de las mujeres que al comenzar el estudio estaban deprimidas o tenían antecedentes de depresión, 1.033 sufrieron al menos un accidente cerebrovascular en los seis años posteriores. De estas mujeres, 538 sufrieron un accidente cerebrovascular isquémico y 124 un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Los investigadores explican que aunque no se puede comprender aún el mecanismo fisiológico que se desencadena como consecuencia de la depresión y que incidiría sobre la aparición del accidente cerebrovascular, este fenómeno pudiera asociarse con conductas dañinas para la salud como una dieta inadecuada, la falta de ejercicio físico o el incumplimiento del tratamiento médico.
De esta manera, los investigadores que han realizado este estudio le recomiendan a todas las personas que implementen cambios en los estilos de vida dirigidos a reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular; sobre todo si se viven períodos de depresión.