La percepción del sabor está determinada por el entorno
Aunque parezca algo intrascendente, en el momento de degustar un plato, lo único que cuenta no son los sabores, el entorno también es importantísimo. Por ejemplo, no se disfruta de la misma manera un plato de mariscos en medio de un mercado abarrotado de gente que en un restaurante al lado del mar.
A primera vista, puede parecer algo intrascendente pero comprender cómo funciona este mecanismo es esencial para las personas que siguen una dieta para perder peso pues les permitirá disfrutar de cada bocado y, eventualmente, sentirse más satisfechas comiendo mucho menos.
¿Qué elementos modifican la percepción del sabor?
Los estudios más recientes sobre la influencia del entorno en nuestra capacidad para percibir los diferentes platos apuntan que, independientemente del sabor y el olor de los alimentos, los sonidos, las imágenes y las luces que nos rodean pueden modificar drásticamente nuestra experiencia culinaria. Asimismo, la información que tengamos respecto a la comida y la forma e incluso el color de la vajilla son otros aspectos que pueden modificar la experiencia.
Por ejemplo, si vamos a tomar un vino muy caro que pertenece a una cosecha antiquísima y ha sido testado por catadores de reconocimiento internacional, es muy probable que percibamos que el vino exquisito. Sin embargo, si tomamos ese mismo vino sin conocer todos estos detalles, lo más probable es que nos parezca un vino muy común. Por supuesto, a menos que seas un entendido de la materia o tengas un paladar muy refinado. Esto nos indica que la percepción del sabor varía en dependencia de cómo nos presentan un alimento y no depende tanto de sus características en sí.
Otro tanto sucede con la luz que utilizamos para comer. Se ha demostrado que comer usando una luz tenue aumenta el apetito pero si nos sentamos a la mesa con una luz intensa, es probable que comamos mucho menos pues la sensación de saciedad llegará antes. Se trata de un truco muy sencillo de aplicar para aquellos que quieren perder peso.
Otro truco muy interesante para las personas que deben comer con poca sal, consiste en apostar por una vajilla de color azul, que potencia el sabor de la sal. Al contrario, si lo que quieres es disminuir la cantidad de azúcar, lo ideal es elegir un plato blanco ya que este color resalta el dulzor.
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