La cronodieta ¿Cómo hacerla?

CronodietaExiste una amplísima variedad de dietas entre las cuales elegir, pero quizás una de las más atractivas es la cronodieta, desarrollada por dos investigadores italianos, Todisco y Marconi, en la década de los años ’90. Su aspecto más interesante radica precisamente en que se basa en la cronobiología (una ciencia que se dedica a estudiar los ritmos biológicos).

En la cronodieta se asumen los alimentos en relación con las variaciones del ritmo circadiano que están determinados, entre otros factores, por los cambios hormonales. Así, en este tipo de dieta no sólo se cuidan los alimentos que se consumen sino que se presta particular atención al momento en el cual se come. Además, presenta otra idea bastante peculiar y es aquella donde no se debe comer para reservar energías que eviten el hambre sino que al contrario, se debe responder ante la sensación de hambre en el momento justo.

Se aconseja que se asuman los carbohidratos en la mañana y primeras horas del mediodía ya que de esta forma la acción de la insulina se contrasta con la de los corticoesteroides y las calorías que se asumen son eliminadas por la actividad que se realiza a lo largo del día. En las tardes se aconseja optar por los alimentos ricos en proteínas.

Las orientaciones generales de la cronodieta para las diferentes comida del día serían:

-Desayuno: tomarlo antes de las 10.00 de la mañana y optar por el jamón, los huevos, el pan y la mantequilla. Té o café sin azúcar. Zumos o frutas pero se desaconsejan las bananas por ser demasiado energéticas, trasladándose al momento del almuerzo.

-Almuerzo: en este caso los alimentos importantes son los que contienen carbohidratos como la pasta, el arroz y las legumbres. Pueden acompañarse de huevos, pescado o carne.

-Merienda: esta comida resulta muy importante y debe ingerirse entre tres o cuatro horas después del almuerzo. Se evitarán las frutas y los carbohidratos, optando por los productos lácteos como el queso fresco y el yogurt, el chocolate o la fruta seca.

-Cena: al final de la jornada la actividad metabólica disminuye por lo que pueden ingerirse carnes magras, queso o ensaladas. Debe consumirse al menos dos horas antes de ir a dormir.

Como puede apreciarse, las diferencias con las otras dietas son considerables si bien tiene algunos puntos en común como la necesidad de reducir la cantidad de azúcar refinada y el énfasis en el consumo del pescado de carne blanca.

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