Insulina y grasas

existe una relación entre insulina grasas son dos conceptos estrechamente relacionados. La insulina es una hormona que se segrega en mayor cantidad cuando tenemos elevados niveles de glucosa en el cuerpo y que, entre sus características, nos impide quemar grasas adecuadamente.

La insulina es segregada por el páncreas para regular los niveles de glucosa en sangre. Lo que ocurre es que a su vez la insulina tiene un efecto negativo sobre la lipasa hormono sensible, la hormona encargada de la combustión de grasas.

Esto es importante, ya que nos advierte sobre la necesidad de moderar las cantidades de hidratos de carbono que consumimos, debido a que la glucosa se encuentra principalmente en los carbohidratos. Esta cantidad variará en función de cada caso individual.

Además, es importante elegir correctamente los alimentos con hidratos de carbono, cuidándonos de no elegir muchos alimentos con índice glucémico alto. El índice glucémico  nos indica la velocidad con la que el cuerpo asimila la glucosa de un alimento, es decir, que tan rápido esta actúa en la sangre. Con el objetivo de no tener picos de glucemia elevada, o padecer hipoglucemia (glucosa demasiado baja),  es necesario distribuir los alimentos con IG elevado a lo largo del día, y comerlos con moderación.

Esto se hace muy importante para quienes practican actividad física. Al dificultar la insulina combustión de grasas, es fundamental que quienes van a someterse a entrenamiento prolongados se cuiden de consumir alimentos con IG alto en la hora previa a la ejercitación, puesto que en esfuerzos largos, las grasas son un combustible esencial, y la insulina impediría su correcto uso, dejándonos además sin la posibilidad de perder esa grasa de la cual queremos deshacernos.

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