Hidratarse
Hidratarse es fundamental en cualquier momento del año. Es por eso que a pesar de que el calor disminuya con el correr de los días, nadie debiera de perder el sano hábito de hidratarse.
La razón, ya mencionada en múltiples ocasiones, es que nuestro cuerpo se compone en un 80% de agua. Normalmente debemos consumir líquidos en forma regular para mantener nuestros niveles de hidratación en un punto óptimo.
Y esto es independiente de si transpiramos o tenemos sed. Estas son señales más visibles de una deshidratación que comenzó a efectuarse previamente en el cuerpo. Es por eso que no se debiera consumir menos de 2 litros diarios, aunque en realidad se debe tener en cuenta algunas pautas mas a la hora de hidratarse.
Una de ellas es que la cantidad final de líquido se corresponde con el gasto calórico de la persona. Esto no se debe a que la persona reponga calorías con el líquido (de hecho, el agua no tiene calorías). Pero se trata de una forma práctica de saber cuanto líquido beber en función de la actividad de una persona. La fórmula es sencilla: 1cm3 por cada caloría que contemple la dieta. Es decir, un deportista que deba consumir al día, por ejemplo, 3.000 calorías, debiera beber 3 litros de líquido al menos.
Además, es importante repartir el líquido que se bebe a diario a lo largo de la jornada, para permitir una mejor digestión y así hidratarse mejor. Cuando hacemos actividad física es especialmente sencillo deshidratarnos, por lo que es recomendable beber sorbos de agua en cada descanso, bebiendo poco en cada sorbo.
No importa que luego llegue el invierno y no sientas sed en todo el día. Hidratarse es una cuestión de hábitos, por eso hazte le hábito de beber agua regularmente durante todo el año.