Hábitos saludables para iniciar el día

A menudo sentimos que cuando nuestros días empiezan de la mejor manera, continuaremos de buen humor y ese bienestar se trasladará al resto de la jornada. De ahí que la frase «levantarse con el pie derecho» sea habitual. Veamos hábitos saludables para iniciar el día.
En primer lugar, toda mañana con el pie derecho comienza con una noche de descanso adecuada. Asegúrate de dormir las horas necesarias (unas 7 a 8) durante la jornada nocturna para empezar el día con energía. Y programa tu despertador de modo tal que no debas levantarte y salir con demasiado apuro, sino que tengas un tiempo razonable para prepararte antes de salir a comenzar con las actividades del día.
Parte de ese tiempo deberías dedicarlo a un buen desayuno. No es novedad que es la comida más importante del día y que debe proveerte de energía para comenzarlo, así como de vitaminas y minerales. Recuerda que una taza de café con una galleta mientras conduces al trabajo no es un desayuno nutritivo.
Una buena forma de despertarte es con una ducha de agua fría. En realidad, es bueno intercalar el agua fría en la ducha con el agua caliente, lo cual hará que los vasos sanguíneos se contraigan y se dilaten, lo cual ayudará a mejorar tu circulación. Además, termina la ducha con agua un tanto fría para despabilarte del todo.
Luego, intenta salir al trabajo con tiempo y relajado, y, si es posible, ve caminando o baja unas calles antes del auto o el colectivo y mueve un poco tus piernas. Es bueno incluir algo de movimiento desde bien temprano, ya que es probable que cuando comiences a trabajar pases mucho tiempo encerrado.

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