Fecha de caducidad: ¿Cómo interpretarla?
Todos sabemos que los alimentos deben ser consumidos antes de que venza su fecha de caducidad, pero… ¿conoces la diferencia entre los términos “fecha de caducidad” y “consumir preferentemente antes de…”?
Cuando en un alimento aparece la etiqueta “fecha de caducidad”, esto indica que el producto no puede ingerirse después de la fecha señalada o nos expondríamos a los efectos colaterales de un alimento en mal estado. Al contrario, cuando se trata de productos que poseen una mayor duración en el tiempo, entonces se opta por la etiqueta “consumir preferentemente antes de…”; lo que indicaría que el alimento, pasada la fecha señalada, ya no tiene la misma calidad pero no resulta potencialmente dañino para la salud.
Así, la fecha de consumo preferente indica un periodo de tiempo en el cual el producto mantiene sus propiedades de sabor, textura y olor pero pasado este tiempo, si se consume, no existe un efecto negativo para la salud.
Deben aclararse además algunos detalles que usualmente nos pasan inadvertidos:
– Cuando el tiempo de vida de un producto está por debajo de los tres meses, sólo se indica el día y el mes de caducidad.
– Cuando la duración del producto es superior a los tres meses pero inferior a los 18 meses, se indica sólo el mes y el año de caducidad.
– Cuando el producto puede conservarse por más de 18 meses, sólo se indica el año de caducidad.
No obstante, existen algunos productos que, por normativa, no llevan impresa la fecha de caducidad, estos son: las frutas, las hortalizas y las porciones individuales de helado; en cuyo caso es importante estar atentos nosotros mismos a las señales de caducidad.
Algunos consejos para evitar los problemas con la calidad de los alimentos son:
– No es recomendable acumular alimentos por lo que la compra debe basarse en las necesidades reales de consumo.
– Escoger aquellos productos que tienen una fecha de caducidad más distante en el tiempo.
– Almacenar los alimentos en condiciones ambientales donde exista sombra y fresco.
– Evitar las latas o botes deteriorados, golpeados o abombados. Así como aquellos alimentos que presenten olor o un color distinto del habitual.