¿El zumo de naranja pierde sus vitaminas?
Muchas personas piensan que el zumo de naranja pierde la vitamina C por lo que es necesario beberlo inmediatamente. ¿Cuánto hay de cierto en esta creencia? ¿Se trata tan solo de un mito o es verdad?
Un estudio publicado recientemente en la Journal of The American Dietetic Association ha demostrado que en realidad el zumo de naranja pierde las vitaminas después de cierto tiempo, pero este proceso no ocurre tan rápido como pensamos.
Los investigadores hallaron que con el paso de las horas la vitamina C se va diluyendo. Sin embargo, el proceso comienza 12 horas después de haber exprimido las naranjas. No obstante, también notaron que en realidad la vitamina C no desaparece del todo sino que ocurre un proceso de oxidación, a través del cual se convierte en ácido dehidroascórbico, una sustancia diferente pero que conserva las mismas propiedades de la vitamina C.
A conclusiones similares arribó otro estudio, esta vez publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, en el que se desveló que la vitamina C del zumo de naranja casero no es tan poco estable como solemos pensar. Estos investigadores puntualizan que hay que recurrir a condiciones extremas, como calentar el zumo de naranja a temperaturas muy elevadas, para que ocurra una disminución considerable de la cantidad de vitamina C.
En otras palabras, que podemos disfrutar del zumo de naranja casero con tranquilidad pues hasta las 12 horas no comienza a oxidarse e incluso así, podremos disfrutar de sus beneficios.
Tomar mucho zumo de naranja: ¿Es bueno o malo?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria indica que la vitamina C no solo se encuentra en las naranjas sino también en diversas verduras, hortalizas y frutas, por lo que abusar del zumo de naranja pudiera provocar una ingesta excesiva. De hecho, se estima que en España las personas multiplican entre 2 y 4 veces la ingesta diaria de vitamina C.
En sentido general, el consumo excesivo de vitamina C no tiene efectos adversos a corto plazo pero si se convierte en una costumbre, podría causar trastornos gastrointestinales y provocar cálculos renales, dado que uno de los componentes de la vitamina C cristaliza como oxalato de calcio.
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