El tratamiento de la culebrilla y sus complicaciones

La culebrilla es una enfermedad causada por un virus perteneciente al grupo de los herpes, el cual permanece latente durante años para luego aparecer cuando se dan algunas condiciones en el organismo como los problemas en el sistema inmunológico. Según los especialistas la culebrilla no resulta peligrosa para la persona que la padece; sin embargo, dependiendo del lugar donde aparezca y del tratamiento que se siga, ésta podría complicarse severamente.

Entre las complicaciones más severas se refieren las asociadas a la culebrilla óptica. En este caso el virus ha contagiado al nervio oftálmico y se producen inflamaciones dolorosas en los ojos que pueden conducir a una ceguera temporal o permanente. Igualmente peligrosa puede ser la culebrilla que ataca el nervio auditivo o los nervios faciales ya que pueden evidenciarse parálisis temporal del rostro o la pérdida temporal o permanente de las funciones auditivas.

Entre las complicaciones más usuales de la culebrilla se menciona la picazón post-herpética, que suele ser severa y dolorosa. En este caso se intenta emplear anestésicos locales tópicos que adormezcan la zona y alivien de manera temporal sus manifestaciones.

Una de las complicaciones más severas de la culebrilla es la neuralgia post-herpética; en la cual se continúan experimentando los síntomas aún cuando el brote de ampollas ya sanó. La neuralgia pos-herpética se asocia con la parálisis facial y el dolor de cabeza (manifestándose siempre como uno de los dolores más insoportable, persistente y severo que puede vivir el ser humano). La persistencia de este dolor puede conducir al insomnio, la pérdida de peso, la depresión e incluso a la preocupación constante y tormentosa que caracteriza a los pacientes con dolor crónico.

Como tratamiento de la culebrilla para evitar estas complicaciones los médicos recomiendan el empleo de antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivos,  opiáceos o anestésicos tópicos locales que actúan sobre el síntoma y además atacan los restos del virus que aún se encuentra activo en el sistema nervioso.

Vale aclarar que a pesar de que esta enfermedad no atenta contra la vida de las personas; en ocasiones puede conducir a la muerte, sobre todo si se tiene un sistema inmunológico muy debilitado (como en las personas con VIH o en quienes reciben algún tratamiento que compromete el sistema inmunológico). Por esta razón, aunque la culebrilla es una enfermedad común, su tratamiento debe seguirse al pie de la letra para evitar posteriores complicaciones.

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