El flato: ¿Por qué se produce y cómo aliviarlo?
Numerosos deportistas se quejan de tener flato, un dolor agudo y transitorio que aparece en la zona baja de las costillas y que se relaciona con la práctica intensa de actividad física. Otras personas refieren la misma sensación pero en la zona de la clavícula, entre el cuello y el hombro. Lo cierto es que los especialistas aún no han podido determinar con certeza las causas que provocan este dolor pero todo parece indicar que el flato está relacionado con los procesos digestivos y respiratorios.
Las causas del flato
Algunos estudios han descubierto que este problema es más frecuente en los deportistas que tienen una actitud cifótica; es decir, que mantienen una postura inadecuada, la cual provoca una rigidez extrema de la columna vertebral y, como consecuencia, una hipoxia diafragmática (ausencia de oxígeno en la zona del diafragma).
No obstante, el flato también se ha relacionado con el exceso de gases en el intestino, ya sea por haber comido demasiado antes de practicar deporte o por no haber esperado que terminase la digestión.
Esta dolencia incluso se ha llegado a relacionar con la edad y el tipo de deporte que se practica. Como regla general, se afirma que mientras más joven sea el deportista, más proclive será a padecer el flato, sobre todo si practica disciplinas como la natación, la carrera, la equitación, el ejercicio aeróbico, el baloncesto y el ciclismo.
Consejos para prevenir y aliviar el flato
En realidad, el flato no es un problema de salud pero si practicas deporte con frecuencia, te convendría saber cómo evitarlo.
– No comas demasiado antes de una práctica deportiva y si lo has hecho, espera un tiempo prudencial (una media de 2 o 3 horas para facilitar la digestión).
– No consumas grandes cantidades de carbohidratos, ni zumos o bebidas reconstituyentes antes de realizar ejercicio físico.
– Practica deporte con regularidad. Se ha demostrado que el flato tiende a desaparecer en las personas que entrenan a diario.
– Si ya tienes el dolor, aprende a movilizar el abdomen realizando ejercicios de estiramiento en la zona afectada. También es conveniente presionar un poco con la mano para aumentar la tensión.
– Modifica la forma de respirar, realiza inspiraciones más profundas y así disminuirás la intensidad de la molestia. También se recomienda que pruebes con la respiración abdominal.
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