Efectos de los analgésicos: ¿Cómo tomarlos?
La aspirina, el paracetamol, el naproxeno y el ibuprofeno son algunos de los analgésicos que pueden adquirirse sin receta médica. Esto se debe a que su uso no implica graves riesgos para la salud, razón por la cual algunas personas también los utilizan indiscriminadamente.
Debe conocerse que la mayoría de los analgésicos generalmente son eficaces y seguros, recomendables para aliviar los dolores de oído, de cabeza y los músculo-esqueléticos, para bajar la fiebre y para disminuir la inflamación. No obstante, su uso no está exento de riesgos.
En primer lugar debe puntualizarse que no deben ingerirse analgésicos durante más de diez días si se utilizan para calmar el dolor y durante más de tres días si se utilizan para bajar la fiebre. Además, si la dosis indicada no es suficiente entonces es necesario consultar a un especialista que determine qué analgésico y qué dosis son los adecuados.
En segundo lugar debe resaltarse que muchos de los analgésicos contienen más de un principio activo como por ejemplo, los antihistamínicos. Por ello las personas deben prestar particular atención al otro componente del analgésico ya que pueden ser alérgicas al mismo o éstos pueden estar contraindicados si se toman otros medicamentos como los anticoagulantes.
Otros detalles a tener en cuenta cuando se ingieren los analgésicos es que resulta fundamental mantenernos hidratados bebiendo entre seis y ocho vasos de agua al día para favorecer su eliminación a través de la orina y a la misma vez deben evitarse las bebidas con alcohol y la cafeína.
En lo que respecta a los efectos de los analgésicos, cuando se ingiere una dosis mayor de la recomendada o durante más tiempo del que está prescrito la persona se puede exponer a una serie de daños en los riñones, el sistema nervioso, el corazón, el hígado y la mucosa gastrointestinal. También debe puntualizarse que cada analgésico tiene un nivel de toxicidad diferente y que ésta depende del horario en que se ingiera, la edad de la persona y si se combina con otros fármacos.
Si bien algunos ingieren analgésicos de manera indiscriminada, un curioso estudio desarrollado en la Universidad de Miami mostró que el 25% de los niños no recibe suficientes analgésicos para aliviar el dolor después de una intervención quirúrgica debido a que los padres temen que se desarrolle una adicción y subestiman el dolor. Vale aclarar que esta medida también es contraproducente y puede causar graves daños de salud a los pequeños. Por ello, los analgésicos deben utilizarse pero siempre que sean necesarios y en las dosis prescritas.