Correr cuesta arriba: ¿Mejor al inicio o al final de la carrera?
Correr en una pista perfectamente plana no siempre es posible. De hecho, muchas de las personas que viven en la ciudad hacen recorridos urbanos que incluyen algunas zonas más elevadas que otras. Vale aclarar que es preferible correr en montaña pues la hierba actúa como un mitigador que previene muchas de las micro roturas que pueden ocurrir en el contacto con el pavimento. Pero más allá del terreno, probablemente en más de una ocasión te has preguntado si es más adecuado iniciar con la cuesta arriba o terminar la carrera con la misma.
Pues bien, correr cuesta arriba en el inicio o al final de la carrera dependerá esencialmente de la forma física de cada persona. Evidentemente, si la forma física no es perfecta y se ha comenzado hace muy poco a correr, es preferible iniciar con la cuesta arriba ya que realizarla al final de la carrera será una empresa prácticamente imposible. De esta forma se evita sobrecargar el sistema cardiovascular al final del entrenamiento.
Al contrario, si la persona está en excelente condición física, le resultará más productivo terminar su entrenamiento con la cuesta arriba ya que de esta forma se preparará de forma más intensa, subiendo paulatinamente la intensidad del ejercicio.
No obstante, ya estemos o no en buena forma física; siempre es aconsejable que los primeros minutos del ejercicio (de 5 a 10 minutos) transcurran en una pista lo más llana posible. Si esto no es posible, se recomienda enfrentar la cuesta con cierta lentitud para ir adaptando al organismo. Debe recordarse que las cuestas arriba siempre presuponen un mayor trabajo para los músculos y el corazón y que son una de las formas en las cuales las personas se someten a un mayor riesgo de lesión ya que las articulaciones y los tendones deben soportar una gran tensión.