Comer almendras
Comer almendras es un hábito muy saludable que podemos empezar a practicar con la llegada del otoño. Se trata sin dudas de un alimento muy saludable y nutritivo que, consumido con moderación, es sumamente positivo para la dieta.
Las almendras son frutos secos característicos del otoño. Son un alimento muy completo, dada su composición nutricional. Veamos. Para comenzar, las almendras con una de las mejores fuentes de proteínas de origen vegetal, ya que se trata de proteínas completas, lo cual las convierte en una opción que los vegetarianos no pueden descuidar. De todas formas, todos pueden beneficiarse de las proteínas de la almendra: aportan un 19% de proteínas sin las grasas saturadas propias de alimentos de origen animal.
De todas formas, las proteínas no son lo único bueno de comer almendras. Estos frutos secos son principalmente ricos en grasas saludables omega 6, muy similares a las que aporta el aceite de oliva y sumamente benéficas para la salud cardiovascular. Un 52% de la composición nutricional de las almendras incluye estas grasas.
En cuanto a los micronutrientes, las almendras son ricas en vitaminas y minerales. Entre estos últimos se destacan los aporte de hierro, magnesio y fósforo. Ademas, al respecto de las vitaminas, las almendras son ricas fuentes de vitaminas A, B1, B2, C, D y E. Esta última es especialmente importante, ya que no es un poderoso antioxidante que no se encuentra en muchos de los alimentos que componen una dieta habitual.
Tampoco debe pasarse por alto el contenido de fibra importante que tienen las almendras. Esto es importante para mejorar el tránsito intestinal y así mantener el peso más fácilmente.
De todas formas, es importante aclarar que se trata de frutos secos muy calóricos. Es por ello que no se recomienda abusar de su consumo. La cantidad dependerá de cada caso en particular, pero desde luego, no se puede tomar cuantos puñados quieras y comer sin límite, puesto que en exceso comer almendras es peligroso.