Alimentación del deportista: Las proteínas

Las proteínas son moléculas de considerable tamaño que están constituidas por extensas cadenas lineales de hasta cien o doscientos aminoácidos cuyas funciones pueden variar dependiendo de su combinación. Las principales funciones que ubican a las proteínas en un lugar privilegiado dentro del organismo son: su participación enzimática en las reacciones metabólicas del organismo y su funcionamiento energético en la ausencia de reservas de hidratos de carbono y lípidos. Por esta razón las proteínas son esenciales en la alimentación del deportista.

Según los especialistas, la ausencia de proteínas en la dieta diaria de los deportistas puede conducir a transformaciones metabólicas severas. Cuando existe una insuficiente formación de proteínas en el organismo, esto provoca un serio desgaste muscular o la disminución de la actividad enzimática, conduciendo inevitablemente a una ralentización de los procesos metabólicos. La ausencia de proteínas también puede provocar una menor resistencia (tanto a nivel mental como corporal), presentándose frecuentemente una menor resistencia a las infecciones que pueden atacar al organismo.

Por esta razón, se recomienda que los deportistas mantengan una dieta rica en proteínas que les permita desarrollar con eficacia los ejercicios físicos y mantener un óptimo estado de salud. Sin embargo, un tema bien polémico es la cantidad de proteínas que debe consumir cada deportista ya que su consumo tiende a variar en dependencia de la edad, el grado de asimilación del organismo, el tipo de deporte que se practique y el valor nutricional de las proteínas que se consuman.

No obstante, de manera general la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir un valor de 0.8 gramos por cada kilogramo de peso al día. Además, destaca que el consumo en exceso de proteínas, lejos de fortalecer el cuerpo, tiende a dejar residuos metabólicos dañinos durante el proceso de combustión en las células como el amoníaco por lo que puede causar una destrucción de los tejidos, una intoxicación o el envejecimiento prematuro.

Debe recordarse que las proteínas normalmente contribuyen solamente entre un 2% y un 10% a la energía necesaria para la práctica de deportes. El resto de la energía que se necesita proviene de los lípidos y los carbohidratos por lo que sería racional consumir hasta 2,5 kilogramos de proteínas en el caso de personas que practiquen deportes que exigen un gran gasto de fuerza.

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