¡Cuidado! El uso de los antibióticos
Los medicamentos deben utilizarse allí donde realmente se necesitan y siempre bajo prescripción médica. Un abuso de los mismos puede provocar consecuencias fatales. Por ejemplo, según el European Centre for Disease Prevention and Control, más de 25 000 europeos mueren cada año debido a que presentan una resistencia a múltiples antibióticos debido al uso inadecuado y continuado de los mismos.
Por esta razón, son muchos investigadores y especialistas a nivel mundial que se han dedicado a promover el empleo sensato de los antibióticos, ya que además de promover una mayor estancia hospitalaria (lo cual se asocia al aumento de los costes de la asistencia médica), se aprecia que los mismos provocan un incremento notable de las tasas de mortalidad en los casos de infecciones graves. De hecho, la situación es tan grave que los científicos vaticinan que en el futuro pudieran no existir medicamentos efectivos para determinadas enfermedades debido al mal uso que se hace de ellos.
Lo más curioso es que más del 90% del consumo de antibióticos se registra fuera de la prescripción médica; empleándose fundamentalmente para el tratamiento de enfermedades como las infecciones respiratorias, que pudieran eliminarse con otro tipo de medicamentos.
Lo cierto es que el uso de los antibióticos debe restringirse al tratamiento de las infecciones bacterianas ya que son en ésta área de combate donde son realmente eficaces. Al contrario, los antibióticos no combaten enfermedades causadas por virus como la gripe o el resfriado; por tal razón, su consumo innecesario no sólo propicia la resistencia de las bacterias sino también la ineficacia de un tratamiento que realmente pueda necesitarse en un futuro.
Por ejemplo, los antibióticos se emplean para tratar la otitis infantil y, a pesar de ofrecer buenos resultados, debe tenerse en cuenta que provoca efectos secundarios que pueden complicar el proceso de recuperación. Por ello, su uso debería ser más cuidadoso, analizando cada caso en particular.
Resalta además que junto al consumo excesivo de antibióticos, la producción farmacéutica de los mismos se ha quedado estancada, debido fundamentalmente a la resistencia cada vez más fuerte de las bacterias como la Escherichia coli, que resultan casi invulnerables ante muchos antibióticos. Por esta razón, se han comenzado a desarrollar nuevas investigaciones que buscan fuentes novedosas a partir de las cuales fabricar nuevos antibióticos, como las sustancias químicas extraídas de piel de rana o enzimas de las lágrimas humanas.
Pero, ¡cuidado! Del uso al abuso de antibióticos sólo hay un paso. ¿Qué podemos hacer? Consumir los antibióticos de manera responsable, siguiendo siempre las prescripciones médicas en cuanto a las cantidades y la frecuencia de su empleo.