La información farmacológica contenida en esta revisión está concebida como un suplemento y no como un
substituto del conocimiento, experiencia, habilidades y juicio del médico para el tratamiento de su
paciente. La ausencia de información o advertencias para un fármaco específico o para una
combinación de fármacos no debe ser interpretada como indicativa de que el fármaco o su combinación
es segura, apropiada o efectiva para todo paciente.
INTRODUCCIÓN
Con frecuencia se considera al carbonato de litio como un “antimaniaco”, pero en
muchas partes del mundo se le considera como “estabilizador del estado de ánimo”, debido a su acción
primaria en la prevención de cambios súbitos en el estado de ánimo de pacientes con trastorno
afectivo bipolar (maniaco-depresivo).(3)
ClasificaciÓn
Pertenece a los antipsicóticos.(1)
Carbonato de litio es un antimaniaco, se lo utiliza como terapia adjunta para la
depresión. Es granulopoyético, y además se lo utiliza en la profilaxis de la cefalea
vascular.(2)
FarmacocinÉtica
La absorción es rápida. Se completa en 6 a 8 horas después de la administración del
litio. No se liga a las proteínas plasmáticas ni sufre biotransformación.(2,3)
El espacio de distribución de litio se aproxima al del agua corporal total. Posee
una entrada lenta en el compartimiento intracelular. Posee un volumen inicial de distribución de 0,5
L/kg, aumentado a 0,7-0,9 L/kg, con cierto secuestro en los huesos. No se fija a las proteínas y no
se metaboliza. Litio se excreta primariamente por orina (95%), con una insignificante eliminación
por heces. La excreción renal de litio es proporcional a su concentración plasmática, siendo su
depuración casi del 20% del de la creatinina. La vida media de eliminación es de aproximadamente 24
horas (18 horas en los adolescentes y hasta 36 horas en los pacientes ancianos). Litio disminuye la
reabsorción de sodio por parte de los túbulos renales, lo que puede causar una depleción de
sodio.(1,2,3,7)
Cuando se inicia la terapia con litio, la concentración sérica disminuye
rápidamente durante las primeras 5 a 6 horas, seguidas de una declinación gradual en las siguientes
24 horas.(2)
La concentración sérica alcanza su pico a las 1-3 horas de haber administrado
tabletas de carbonato de litio. Las concentraciones séricas estables se alcanzan a las 4
días.(2)
Las concentraciones séricas terapéuticas son:(2)
-
Desorden bipolar: – Agudo: 0,8 a 1,2 mEq/L, ocasionalmente hasta 1,5 mEq/L.
– Mantenimiento: 0,5 a 1,0 mEq/L. Ocasionalmente se requiere el mismo rango de concentración que en
la enfermedad aguda.
Cuando se administra carbonato de litio a un paciente que cursa por un episodio
maníaco, los síntomas remiten en 1 a 3 semanas.(1)
Farmacodinamia
Los estudios preclínicos han demostrado que litio afecta al transporte de sodio a
nivel del nervio y las células musculares, y realiza una conversión hacia el metabolismo
intraneuronal de las catecolaminas, pero aún se desconoce el mecanismo bioquímico específico de la
acción de litio en relación con la manía.(1)
Como ANTIMANIÁTICO(2,3)
Se ha postulado que el efecto estabilizador del ánimo está relacionado con la
reducción de la concentración de neurotransmisores de catecolaminas, posiblemente mediada por el
efecto del ión litio sobre la adenosin trifosfatasa NA+ K+ para producir un
incremento en el transporte de membrana transneuronal del ión sodio. Otro postulado alterno indica
que el litio debe disminuir las concentraciones adenosin monofosfato cíclico (AMP cíclico), lo que
puede resultar en una disminución de la sensibilidad de los receptores hormono-sensibles de
adenilciclasa. Otra hipótesis es la del “segundo mensajero” de la interferencia de litio con el
metabolismo de inositol lipídico. Esta teoría postula que un grupo de neuronas reguladas
inapropiadamente es la causa subyacente de los síntomas maníacos. Una enzima del tipo fosfolipasa C
hidroliza los lípidos localizados en la membrana plasmática, el bifosfato fosfatidilinositol, a
diacilglicerol e inositol trifosfato, segundos mensajeros postsinápticos que contribuyen a la
estimulación celular crónica al alterar la actividad eléctrica en la neurona. El inositol formado
durante este proceso se recicla por las enzimas fosfolípido sintetizadoras de inositol en el SNC.
Existe evidencia sobre las células en el SNC que indica que no tienen acceso a los recursos
plasmáticos de inositol pero, en cambio, depende de la síntesis de inositol para la transducción de
las señales neuronales. Litio, en concentraciones terapéuticas, bloquea la actividad de la enzima,
inositol-1-fosfatasa, resultando en una depleción del inositol neuronal y, en última instancia, una
disminución en los niveles de fosfatidilinositol bifosfato. El lípido no será capaz de estimular la
formación de cantidades adecuadas de segundos mensajeros o alterar la actividad eléctrica. Las
células subsecuentes en el SNC se vuelven relativamente insensibles a la estimulación agonista, lo
que resulta en la mejoría clínica.
Como GRANULOPOYÉTICO(2)
El mecanismo exacto de acción no se ha establecido; sin embargo, los estudios han
demostrado que el litio estimula la granulopoyesis, mejora la proliferación de la médula ósea, eleva
la producción de neutrófilos e incrementa la cantidad de granulocitos.
Como PROFILAXIS PARA LA CEFALEA VASCULAR(2)
No se ha establecido el mecanismo específico. Se ha postulado que la acción del
litio en la cefalea racemosa está directamente relacionada con los cambios en la serotonina
plaquetaria y las concentraciones de histamina.
Como ANTIDEPRESIVO(2)
No se ha establecido el mecanismo de acción. Sin embargo, el mecanismo debe
involucrar el incremento de la actividad serotoninérgia y la regulación a la baja (down-regulation)
de los receptores beta.
Como ANTAGONISTA DE LA ADH(4)
Los antagonistas de la ADH inhiben los efectos de esta hormona en el túbulo
colector. Aunque nunca se ha demostrado en forma concluyente el mecanismo por el cual litio ejerce
su acción, parece que actúa reduciendo la formación de AMP cíclico en las células de los túbulos
colectores.
Indicaciones(1,2)
- Trastorno afectivo bipolar.(1)
-
Manía: se indica en el tratamiento de los episodios maniacos
de la enfermedad maníaco-depresiva. La terapia de mantenimiento previene o disminuye la
intensidad de los episodios subsecuentes en aquellos pacientes maníaco-depresivos con historia
de manía.
Los síntomas típicos de manía incluyen ideas de grandiosidad, verborrea, hiperreactividad motora,
menor demanda de sueño, fuga de ideas, euforia, juicio pobre, agresividad, hostilidad y
conductas de riesgo (conducta sexual indiscreta, inadecuado manejo económico).(1)
- Depresión: se utiliza solo para la terapia de mantenimiento en la depresión unipolar, y para la
terapia aguda y de mantenimiento en el desorden esquizoafectivo. También se utiliza para
incrementar el efecto antidepresivo de los fármacos tricíclicos o inhihidores de la monoamino
oxidasa en el tratamiento de la depresión unipolar mayor en pacientes que no responden a los
antidepresivos solos.(1,2)
-
Indicaciones no aprobadas por la FDA:(1)
– Tratamiento de la cefalea racemosa.
– Hipertiroidismo.
– Neutropenia: litio es utilizado para reducir la incidencia de infecciones en pacientes con
neutropenia inducida por quimioterápicos y en pacientes con neutropenia crónica o
adquirida.(2)
– Litio es antagonista de la ADH, por tanto se usa clínicamente para tratar el síndrome de secreción
inapropiada de ADH (SIADH) cuando la restricción de agua no ha corregido la anormalidad. Esto
suele ocurrir en los pacientes externos, en los cuales la restricción de agua puede no
cumplirse, o en el hospital cuando se administran grandes cantidades de líquido intravenoso con
fármacos. La respuesta de litio en este síndrome es impredecible.(4)
Situaciones especiales
Categoría D para su uso en el embarazo. Litio atraviesa la barrera
placentaria.(1,2)
Se han atribuido a litio efectos adversos en ratas (implantación), en ratones
(viabilidad embrionaria), en el metabolismo in vitro de ratas y en los espermatozoides humanos.
Además, es teratogénico en algunas subespecies de mamíferos.(1)
En los humanos, el carbonato de litio causa daño fetal cuando se administra durante
el embarazo. Los datos registrados de nacimientos posteriores a la terapia con litio sugieren un
incremento de las anormalidades cardiacas y otras, especialmente la anomalía de Ebstein. Además,
puede incrementarse el riesgo de presentar bocio neonatal.
Si este fármaco se administra a las mujeres en edad fértil, o durante el embarazo, o la paciente se
embaraza durante el tratamiento, se les debe advertir sobre los potenciales riesgos para el
feto.(1,2,4)
La depuración renal de litio aumenta durante el embarazo y se revierte a los
valores más bajos inmediatamente después del parto. Una paciente cuya concentración sérica de litio
se encuentra en un buen intervalo terapéutico durante el embarazo suele desarrollar cifras tóxicas
después del parto. Es necesario un cuidado especial en la vigilancia de las concentraciones de litio
en estos momentos. El litio es transferido a los lactantes a través de la leche materna, en la cual
se encuentra una concentración de cerca de un tercio a un medio de la sérica.(3)
Si se administra litio durante el parto, se puede observar en los recién nacidos
hipotonía, letargia, cianosis, escasa succión y bajos reflejos de Moro, y, tal vez,
hepatomegalia.(2,3)
Litio se excreta por la leche humana con una concentración de aproximadamente la
mitad de la concentración sérica materna. Se pueden observar signos y síntomas de toxicidad por
litio, tales como hipotonía, hipotermia, cianosis y cambios en el electrocardiograma. No se debe administrar el fármaco durante la lactancia, o ésta debe suspenderse para que la paciente reciba el litio. (1,2,5)
No se dispone de información acerca de la seguridad y eficacia del carbonato de
litio en niños menores de 12 años, por lo que no se recomienda su administración a este grupo de
pacientes. Litio disminuye la formación ósea o la densidad ósea por alteración de las
concentraciones de la hormona paratiroidea. También se deposita en el hueso, reemplazando el calcio
por hidroxiapatita, siendo este efecto más evidente en el hueso inmaduro. Se ha reportado sobre un
síndrome transitorio de distonía aguda e hiperreflexia en un niño de 15 kg que recibió 300 mg de
carbonato de litio.(1,2)
Los pacientes ancianos generalmente requieren menor dosis de carbonato de litio
para alcanzar niveles séricos terapéuticos. Debido a que se depura en los riñones, la dosificación
debe ajustarse de manera adecuada. También presentan reacciones adversas con los niveles séricos que
de ordinario son tolerados por pacientes más jóvenes. Litio es más tóxico para el sistema nervioso
central en los ancianos. Además, es más probable que presenten bocio inducido
por litio e hipotiroidismo clínico. En los ancianos es más evidente la sed y el incremento del
volumen urinario.(1,2,6)
Contraindicaciones(2)
Efectos secundarios
La ocurrencia y severidad de las reacciones adversas están generalmente
directamente relacionadas con las concentraciones séricas de litio, así como también con la
sensibilidad individual de cada paciente al litio, y generalmente ocurren con más frecuencia y
severidad con dosis más elevadas de litio.(1)
Se han observado reacciones adversas con niveles séricos tan bajos como < 1,5
mEq/L. Los efectos adversos leves a moderados se han observado con niveles de 1,5 a 2,5 mEq/L, y
reacciones moderadas a severas con niveles de 2,0 mEq/L y superiores.(1)
Al inicio de la terapia para la fase aguda de la manía se observa temblor fino en
las manos, poliuria y polidipsia leve, los cuales persisten durante todo el tratamiento. Durante los
primeros días de tratamiento también se observan náusea, transitoria y leve, y malestar
general.(1)
Estos efectos colaterales generalmente disminuyen con el tratamiento continuo o con
una reducción temporal o la cesación del tratamiento. Si los síntomas persisten, es necesario
suspender el litio.(1)
Los síntomas tempranos de intoxicación por litio son diarrea, vómito, somnolencia,
debilidad muscular y pérdida de la coordinación. Pueden ocurrir con niveles tan bajos como 2,0 mEq/L
de litio. Con niveles mayores se han observado ataxia, vértigo, tinitus, visión borrosa y marcada
eliminación de orina diluida. Los niveles séricos de litio por encima de 3,0 mEq/L producen un
cuadro clínico complejo, que involucra órganos y sistemas. Los niveles séricos de litio no deben
exceder los 2,0 mEq/L durante la fase aguda del tratamiento.(1)
Las siguientes reacciones se han reportado en relación con los niveles séricos de
litio, incluyendo niveles dentro del rango terapéutico:(1,3)
-
Neuromuscular / Sistema Nervioso Central: temblor, hiperirritabilidad muscular
(fasciculaciones, tirantez muscular, movimientos clónicos de todas las extremidades),
hipertonicidad, ataxia, movimientos coreo atetósicos, reflejo tendinoso profundo hiperactivo,
síntomas extrapiramidales que incluyen distonía aguda, rigidez con movimientos de rueda dentada,
desmayos, convulsiones epileptiformes, habla arrastrada, mareo, vértigo, nistagmus vertical,
incontinencia urinaria o fecal, somnolencia, retardo psicomotriz, agitación, confusión, estupor,
coma, movimientos linguales, tics, tinitus, alucinaciones, pérdida de la memoria, enlentecimiento
de la función intelectual, respuesta temerosa, agravamiento de los síndromes orgánicos cerebrales,
miastenia grave (raro).
- Cardiovascular: arritmia cardiaca, hipotensión, colapso circulatorio periférico, bradicardia,
disfunción del nodo sinusal con severa bradicardia (que puede causar
síncope).
- Gastrointestinal: anorexia, náusea, vómito, diarrea, gastritis, edema de las
glándulas salivales, dolor abdominal, sialorrea, flatulencia, indigestión.
- Genitourinario:
glucosuria, disminución del aclaramiento de creatinina, albuminuria, oliguria, y síntomas de
diabetes insípida nefrogénica que incluyen poliuria, sed y polidipsia. La diabetes insípida
nefrógena puede tratarse con un diurético tiacídico o con amilorida. Además de producir
insuficiencia renal aguda, la terapia prolongada con litio también produce nefritis
intersticial crónica.(4) []
- Dermatológico:
cabello seco y fino, alopecia, anestesia de la piel, acné, foliculitis crónica, xeroderma, psoriasis
o su exacerbación, prurito generalizado con o sin rash, úlceras cutáneas,
angioedema.
- Autonómico: visión borrosa, boca seca, disfunción / impotencia
sexual.
- Alteraciones tiroideas: bocio eutiroideo
y/o hipotiroidismo (incluyendo mixedema) acompañado de T3 y T4 disminuidos. Se debe evaluar la
captación de I131. Paradójicamente, se han reportado pocos casos de hipertiroidismo.
[]
- Cambios en el EEG: enlentecimiento
difuso, ampliación del espectro de frecuencia, potenciación y desorganización del ritmo de
fondo.
- Cambios en el EKG: aplanamiento reversible, ondas T isoeléctricas o
invertidas.
- Misceláneos: fatiga, letargia, escotomas transitorios, exoftalmus,
deshidratación, pérdida de peso, leucocitosis, cefalea, hiperglicemia transitoria, hipercalcemia,
hiperparatiroidismo, ganancia excesiva de peso, edema de tobillos
o muñecas, sabor metálico en la boca, disgeusia / alteraciones del gusto, sabor salado, sed, edema de labios,
sensación de opresión en el pecho, articulaciones edematosas y/o dolorosas, fiebre, poliartralgia,
caries dentales.
Se han recibido algunos reportes de diabetes insípida nefrogénica, hiperparatiroidismo e
hipotiroidismo, los cuales han persistido más allá de la descontinuación del
tratamiento.(1)
También se han reportado pocos casos de desarrollo de pérdida de la coloración dolorosa de los dedos de
manos y pies, con enfriamiento de las extremidades al día siguiente de iniciar la terapia con litio.
Se desconoce el mecanismo a través del cual se presentan estos síntomas (similares al síndrome de
Raynaud). Los pacientes se han recuperado después de suspender el tratamiento.(1)
Se han reportado casos de pseudotumor cerebri (incremento de la presión intracraneal y papiledema) con
el uso de litio. Si se detecta, esta condición resulta en un alargamiento de la mancha ciega (papila),
constricción de los campos visuales y ceguera eventual secundaria a atrofia óptica. De ser posible
clínicamente, se debe descontinuar el litio.(1)
Precauciones(1)
- La toxicidad por litio se
relaciona cercanamente con los niveles séricos de litio, y puede ocurrir con dosis cercanas a las
terapéuticas. Se debe disponer de las facilidades necesarias para realizar las determinaciones de
litio sérico.
- No se debe administrar litio a los pacientes con enfermedad renal o
cardiovascular significativa, debilitamiento severo o deshidratación, o depleción de sodio, puesto
que el riesgo de toxicidad por litio es más alto en estos pacientes. Si la indicación psiquiátrica
pone la vida del paciente en peligro, y si el paciente no responde a otras medidas, el tratamiento
con litio debe realizarse tomando todas las precauciones, incluyendo determinaciones séricas de
litio diarias y reajustes de las dosis bajas usuales que se toleran ordinariamente. En tales
circunstancias, es necesario hospitalizar al paciente.
-
La terapia crónica con litio se asocia con la disminución de la habilidad para concentrar a nivel
renal, ocasionalmente presente en la diabetes insípida nefrogénica, con poliuria y polidipsia.
Tales pacientes deben ser manejados con cuidado para prevenir deshidratación, lo que resulta en
retención de litio y toxicidad. Esta condición es generalmente reversible cuando se descontinua
el litio.
Se han reportado cambios morfológicos con fibrosis glomerular e intersticial y atrofia del nefrón en
los pacientes sometidos a terapia crónica con litio. También se han observado cambios
morfológicos en los pacientes maníaco-depresivos que no se han expuesto nunca al litio. No se ha
establecido aún la relación entre la función renal y los cambios morfológicos y su asociación
con la terapia de litio.
Cuando se estudia la función renal, para datos de base e iniciar la terapia con litio o
posteriormente, se deben realizar urianálisis de rutina y otras pruebas para evaluar la función
renal (por ejemplo, gravedad específica de la orina u osmolalidad después de un periodo de
deprivación de agua, o volumen urinario en 24 horas) y la función glomerular (por ejemplo,
creatinina sérica o aclaramiento de creatinina). Durante la terapia con litio, los cambios
progresivos o súbitos en la función renal, aún dentro de los rangos normales, indican la
necesidad de reevaluar el tratamiento.
- En algunos pacientes tratados con litio más un neuroléptico se ha presentado un síndrome
encefalopático (caracterizado por astenia, letargia, fiebre, temblor y
confusión, síntomas extrapiramidales, leucocitosis, elevación de las enzimas séricas, BUN y FBS).
En algunas instancias, el síndrome ha evolucionado hasta daño cerebral irreversible. Por una
posible relación causal entre estos eventos y la administración concomitante de litio y
neurolépticos, los pacientes que reciben esta terapia combinada deben ser monitoreados para
detectar oportunamente la toxicidad neurológica y descontinuar inmediatamente el tratamiento si
aparecen otros signos. Este síndrome encefalopático es similar al síndrome neuroléptico
maligno.
- Los pacientes ambulatorios y sus familias deben ser advertidos acerca de la
interrupción de la terapia si se presentan signos clínicos de toxicidad, tales como diarrea,
vómito, tremor, ataxia leve, somnolencia o astenia muscular.
- Litio puede alterar las
habilidades mentales y/o físicas. El paciente debe tener precaución con respecto a las actividades
que requieran alerta (por ejemplo, manejo de vehículos o maquinaria).
- Litio prolonga los
efectos de los agentes bloqueadores neuromusculares. Por tanto, estos agentes deben administrarse
con precaución a los pacientes que reciben litio.
-
Generales:
– La tolerancia al litio es mayor durante la fase maníaca aguda y disminuye cuando los síntomas de
manía declinan.
– Litio disminuye la reabsorción de sodio por parte de los túbulos renales, lo que puede causar una
depleción de sodio. Por tanto, es esencial para el paciente mantener una dieta normal,
incluyendo sal, con una adecuada ingesta de líquidos (2500-3000 mL) al menos durante el periodo
de estabilización. Se ha reportado que la disminución de la tolerancia a litio sucede por una
diaforesis o diarrea prolongada y, si esto ocurre, se debe administrar líquidos suplementarios y
sal bajo supervisión medica cuidadosa y la administración de litio debe reducirse o suspenderse
hasta que se resuelva la condición clínica del paciente.
– Además de la diaforesis y la diarrea, las infecciones concomitantes con temperaturas elevadas
también necesitan una reducción temporal o la suspensión de la medicación.
– Los trastornos tiroideos previos no constituyen necesariamente una contraindicación para el
tratamiento con litio. En caso de hipotiroidismo, se debe monitorizar la función tiroidea del
paciente durante la estabilización y mantenimiento del litio, para poder realizar las
correcciones de los parámetros tiroideos que se alteren. Si se presenta hipotiroidismo durante
la terapia con litio, se debe administrar el tratamiento tiroideo suplementario.
Interacciones(1,7)
- Litio y diuréticos: la pérdida de sodio inducida por los diuréticos reduce el aclaramiento renal e
incrementa los niveles séricos de litio, con riesgo de toxicidad por litio. Los pacientes que reciben
ambos tipos de fármacos deben someterse a controles de los niveles séricos de litio y se debe
reajustar la dosis, si es necesario.
- Anfetaminas: la administración concurrente con litio
antagoniza los efectos estimulantes de las anfetaminas sobre el SNC.(2)
- AINE: los
niveles de litio deben monitorizarse en los pacientes que inician o descontinúan los AINE. En algunos
casos, la toxicidad por litio ha resultado por la interacción entre los AINE y el litio. Indometacina
y piroxicam incrementan significativamente las concentraciones plasmáticas de equilibrio de litio.
También hay evidencia de que otros agentes antiinflamatorios no esteroidales, incluyendo los
inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 (COX-2), poseen el mismo efecto.
- Metronidazol:
el uso concurrente con litio provoca la toxicidad por litio debido al aclaramiento renal reducido. Los
pacientes que reciben la combinación de estos fármacos deben ser observados
cuidadosamente.
- Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensica, tales como
enalapril y captopril, incrementan sustancialmente los niveles plasmáticos de equilibrio de litio,
resultando algunas veces en toxicidad. Cuando deben administrarse inhibidores de la ECA y litio, se
debe disminuir la dosis de litio, y se deben realizar niveles plasmáticos de litio con
frecuencia.
- El uso concurrente de los agentes bloqueadores de los canales de sodio con litio
incrementa el riesgo de neurotoxicidad en forma de ataxia, temblores, náusea, vómito, diarrea y/o
tinitus. Se recomienda precaución.
- La administración concomitante de litio con inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina debe realizarse con precaución, puesto que su combinación
puede producir síntomas como diarrea, confusión, temblor, mareo y agitación.
- Antidepresivos
tricíclicos: estos fármacos producen una oscilación hacia la manía y una rápida reconversón entre
manía y depresión, y se requieren concentraciones plasmáticas de o superiores a 0,8 mEq/L para
prevenir esta alternancia.(2)
- Atracurio, pancuronio, succinilcolina: los efectos de
los bloqueadores neuromusculares se potencializan o prolongan cuando se coadministra carbonato de
litio en forma crónica.(2)
- Yoduro de calcio, glicerol yodada, yoduro potásico: su
uso concurrente con litio potencializa el hipotiroidismo y los efectos bociogénicos de estos fármacos
o del litio.(2)
- Clorpromazina y otras fenotiazinas: su uso concurrente con litio
reduce la absorción gastrointestinal de las fenotiazinas, por tanto disminuye su concentración sérica
en aproximadamente un 40%; las fenotiazinas, especialmente clorpromazina, incrementan la concentración
intracelular de litio; también se observa un incremento en la tasa de excreción renal de litio; se
incrementan los síntomas extrapiramidales, el delirio y la
función cerebelar se altera, especialmente en los ancianos. Los síntomas tempranos de toxicidad por
litio, como náusea y vómito, se enmascaran por el efecto antiemético de algunas
fenotiazinas.(2)
- Los siguientes fármacos pueden disminuir las concentraciones
séricas de litio por incremento de la excreción urinaria de litio: acetazolamida, urea, preparaciones
con xantinas y agentes alcalinizantes tales como bicarbonato de sodio.
- Fludrocortisona: se ha
publicado un reporte de caso donde el litio antagoniza los efectos mineralocorticoides de
fludrocortisona.(2)
- Fluoxetina: se alteran las concentraciones de litio,
produciendo toxicidad.(2)
- Haloperidol: litio se coadministra frecuentemente con
haloperidol durante la primera y segunda semanas de tratamiento para los episodios agudos de manía,
pero el litio por sí solo es adecuado en adelante. Sin embargo, el uso concurrente con litio ha
producido algunos casos (pocos) un síndrome orgánico mental u otras alteraciones del SNC, aunque esta
interacción es controversial; los síntomas extrapiramidales se incrementan por mejoramiento del
bloqueo dopaminérgico por parte de halotano. Se recomienda hacer reajustes de las
dosis.(2)
- Metildopa: su uso concurrente incrementa el riesgo de toxicidad por litio
aún cuando las concentraciones séricas de litio se encuentren en el rango terapéutico
recomendado.(2)
- Metronidazol: su coadministración promueve la retención renal de
litio, llevando a la toxicidad; es necesario disminuir la dosis o suspender el litio durante el
tratamiento con metronidazol. Si esto no es posible, se debe monitorizar continuamente la creatinina
sérica, los electrolitos y las concentraciones séricas de litio, y la osmolalidad de la orina para
detectar una posible diabetes insípida nefrogénica.(2)
- Molindona: la
coadministración de litio produce síntomas neurotóxicos tales como confusión, delirio, convulsiones,
sonambulismo o cambios anormales en el electroencefalograma.(2)
- Norepinefrina: su
uso concurrente con litio disminuye la respuesta presora a norepinefrina; se requieren dosis mayores
de norepinefrina para alcanzar el efecto deseado.(2)
- Otros fármacos que interactúan
con litio son: metildopa, fenitoína, carbamazepina, desmopresina,
vasopresina.(2)
- Medicamentos o fármacos que contengan sodio: especialmente
bicarbonato sódico o cloruro de sodio, porque la ingesta elevada de sodio incrementa la excreción de
litio, produciendo una menor eficacia del fármaco.(2)
- Interacciones con exámenes de
laboratorio: glicemia (puede incrementarse durante la terapia con litio), hormona paratiroidea y
calcio(sus concentraciones séricas se elevan después de un tratamiento prolongado con
litio).(2)
SOBREDOSIS, TOXICIDAD Y TRATAMIENTO
Los niveles tóxicos para litio están cercanos a los niveles terapéuticos. Por tanto
es importante que los pacientes y sus familiares sean alertados para observar los síntomas tóxicos
tempranos y descontinuar el fármaco e informar al médico. Los síntomas tóxicos ya fueron detallados
en EFECTOS SECUNDARIOS.(1)
Los síntomas tempranos de toxicidad son: diarrea, somnolencia, hiporexia, astenia
muscular, náusea o vómito, trastornos del habla, temblor.(2)
Los síntomas tardíos de toxicidad son: visión borrosa, aturdimiento o
inestabilidad, confusión, convulsiones, mareo, poliuria, temblor
severo.(2)
No existe un antídoto específico para el envenenamiento por litio. Los síntomas
tempranos de toxicidad por litio pueden tratarse usualmente con la reducción o suspensión de la
dosis de litio, para reiniciar el tratamiento con una dosis menor después de 24-48 horas. En los
casos severos de envenenamiento por litio, la meta principal del tratamiento consiste en eliminar
este ión del paciente.
El tratamiento es esencialmente el mismo que se usa en caso de envenenamiento por
barbitúricos: (1) lavado gástrico, (2) corrección del desbalance hidroelectrolítico, y (3)
regulación de la función renal. Urea, manitol y aminofilina producen un incremento significativo en
la excreción de litio. La hemodiálisis es un medio rápido y efectivo para remover este ión en los
pacientes severamente intoxicados. Son esenciales la profilaxis infecciosa, los rayos X de tórax
y la preservación de la función respiratoria.(1,2)
ConservaciÓn
Mantener entre 15ºC a 30°C (59ºF – 86°F).(1)
PosologÍa
Las cápsulas de liberación inmediata deben administrarse 3 o 4 veces al día. Las
dosis de tabletas de liberación controlada se dan generalmente dos veces al día (aproximadamente
cada 12 horas). Cuando se inicia la terapia se debe ajustar las dosis a los niveles séricos y a la
respuesta clínica.(1)
La mayoría de pacientes se estabilizan con 900 mg/día en la terapia de
mantenimiento. Los pacientes deben ser monitorizados cada 1-2 semanas para hacer los reajustes
necesarios en la dosis, hasta alcanzar niveles séricos estables y satisfactorios, y obtener un
estado clínico aceptable.(1)
MANÍA AGUDA(1)
La respuesta óptima puede establecerse y mantenerse con 1800 mg/día en dosis
divididas. Tales dosis producen normalmente un nivel sérico deseable que va de 1,0 a 1,5 mEq/L.
La dosificación debe ser individualizada de acuerdo a los niveles séricos y la
respuesta clínica. Es necesario realizar un monitoreo regular del estado clínico del paciente y de
los niveles séricos. Los niveles séricos deben determinarse dos veces por semana durante la fase
aguda, y hasta que el nivel sérico y la condición clínica del paciente sean estables.
Adultos y adolescentes:(2)
Iniciar con 300 a 600 mg (8 a 16 mEq) 3 veces al día, reajustando la dosis de acuerdo a las
necesidades y tolerancia del paciente con intervalos semanales.
Para mantenimiento, administrar 300 mg 3 a 4 veces al día, reajustando la dosis de acuerdo a las
necesidades y tolerancia del paciente.
Los pacientes ancianos o con enfermedades debilitantes deben recibir dosis menores.(6)
La dosis máxima es de 2,4 gramos al día.
Dosis pediátrica:(2)
Los niños de hasta 12 años deben iniciar con 15 a 20 mg (0,4 a 0,5 mEq) por kilogramo de peso, al día,
divididos en dos o tres dosis, reajustándose las dosis con intervalos semanales en base a las
concentraciones plasmáticas de litio. []
CONTROL A LARGO PLAZO
Los niveles séricos de litio ideales son de 0,6 a 1,2 mEq/L. La dosificación varía
de un individuo a otro, pero usualmente es de 900 a 1200 mg/día en dosis divididas para mantener el
nivel sérico adecuado. Los niveles séricos de litio en los casos no complicados que reciben terapia
de mantenimiento durante la remisión deben monitorizarse al menos cada 2 meses.
Los pacientes inusualmente sensibles a litio exhiben signos tóxicos con niveles
inferiores a 1,0 mEq/L.
N.B.
Las muestras de sangre para las
determinaciones séricas de litio deben tomarse inmediatamente antes de la siguiente dosis de litio,
cuando las concentraciones son relativamente estables (por ejemplo, 8-12 horas después de la dosis
previa). Los datos de laboratorio deben complementarse con el examen clínico.
Los pacientes ancianos generalmente responden a dosis menores, y presentan signos
de toxicidad con niveles séricos ordinariamente bien tolerados por pacientes más jóvenes.
Comerciales
CARBONATO DE LITIO
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FDA:1970
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IESS:No pertenece
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MSP:Si pertenece |
Nombre
Comercial
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Presentación
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Componente(s)
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Concentración
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Casa
Farmacéutica
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