Tres señales de envenenamiento por mercurio

En los últimos años hemos eliminado muchos de los metales pesados que se encontraban en las instalaciones de nuestras casas pero eso no significa que no estemos expuestos a ellos ya que a través de la contaminación que producen las fábricas, se transmiten a los alimentos, el agua e incluso el aire.

El mercurio es uno de los metales pesados más peligrosos ya que produce un envenenamiento lento y puede llegar a nuestro organismo a través de diferentes vías. Por tanto, es fundamental que conozcamos los principales síntomas de un envenenamiento por mercurio.

1. Los problemas digestivos

Hay muchísimas razones por las cuales puedes tener problemas digestivos pero este es uno de los signos principales de la intoxicación por mercurio. Normalmente el problema comienza en la boca, cuando las enzimas que descomponen los alimentos, también actúan sobre los empastes de los dientes, muchos de los cuales contienen mercurio. Así, este metal se traslada junto a los alimentos hasta el tracto digestivo.

Una vez en el estómago, el mercurio se combina con el ácido clorhídrico y produce cloruro de mercurio, que puede dañar el revestimiento del estómago y crear úlceras. Además, también puede matar las bacterias de nuestra flora intestinal, lo cual deja el camino libre para infecciones.

2. Los problemas neurológicos

El mercurio es lipófilo, lo cual significa que tiene una gran afinidad por los tejidos grasos y ataca fundamentalmente al cerebro. Por tanto, los trastornos a nivel neurológico son otros de los síntomas principales de un envenenamiento por mercurio.

Por desgracia, el cerebro de los fetos, los bebés y los niños son mucho más susceptibles a este tipo de intoxicación que el de los adultos, por lo que a menudo se expresa en retraso mental, problemas de concentración y memoria, así como dificultades en la motricidad fina y el lenguaje. Algunos trastornos propios de los adultos, como el Parkinson, la depresión y las migrañas también se han asociado con niveles elevados de mercurio.

3. Los dolores articulares y musculares

Como el mercurio se suele depositar en los tejidos grasos, con el tiempo puede provocar dolor en los músculos y en las articulaciones, incluyendo rigidez e hinchazón. La fatiga muscular, los calambres y una extrema sensibilidad en los músculos son otros de los síntomas.

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