Los síntomas de las hemorroides
Las hemorroides son venas inflamadas que se encuentran alrededor de la zona rectal, ya sea en el exterior o en el interior del mismo. En la actualidad es uno de los padecimientos más comunes, tanto en hombres como en mujeres, de manera que ya a los 50 años más de la mitad de las personas padece de hemorroides.
Las hemorroides surgen como consecuencia del aumento de la presión de las venas del ano, ya sea por el esfuerzo al defecar cuando se está constipado o cuando se tiene diarreas. También suelen aparecer a causa de la obesidad, el embarazo o luego de realizar cualquier actividad que requiera un esfuerzo físico pesado.
Las hemorroides pueden ser internas (si las venas involucradas se encuentran dentro del ano y sangran con frecuencia pero sin causar dolor), externas (si las venas afectadas se encuentran fuera del ano ocasionando dolor, comezón y sangramiento), o prolapsadas (cuando las venas se estiran hacia abajo hasta salirse del ano).
Entre los síntomas de las hemorroides se encuentra el sangrado de color rojo brillante, sobre todo en los casos de las hemorroides internas que suelen ser muy sensibles. Otro de los síntomas de las hemorroides internas es la imposibilidad de completar adecuadamente los movimientos intestinales, pues al presentarse la hemorroide en el tracto intestinal, resulta bastante difícil que las heces pasen con naturalidad, por lo cual aumenta el tiempo que estas demoran el movimiento intestinal.
También suele presentarse una sensación de defecación incompleta debido a la presión que ejercen las hemorroides internas sobre los colchones anales, provocando deseos constantes de ir al baño. Es común el prurito anal como consecuencia de la producción de moco para suavizar y aliviar la irritación, o por la salida de líquido intestinal debido al cierre incompleto del canal anal.
En muchos casos ocurre además un prolapso, que consiste en la expulsión de un pequeño bulto por el orificio anal como una membrana mucosa, la cual hay que mantener bajo observación, pues en casos extremos puede presentarse una hemorroide estrangulada por el cierre del esfínter anal ocasionando una gangrena sistémica verdaderamente peligrosa.