Lo bueno de las grasas
Han sido tantas las veces que habremos escuchado que las grasas son responsables del exceso de peso que resulta difícil concentrarnos en sus beneficios. Es que las grasas son uno de los macronutrientes esenciales y su consumo moderado es muy importante para el organismo.
En primer lugar, el tejido adiposo es una rica fuente de energía (un gramo de grasa tiene 9 calorías, en comparación con 4 de los hidratos de carbono). En esfuerzos prolongados se convierte en el principal combustible del cuerpo, y además es la más importante reserva de energía.
Otra importante función de las grasas es que evita la perdida de temperatura corporal frente a las grandes variaciones ambientales. Tampoco debe olvidarse que las grasas sirven de acolchado para los órganos internos y que facilitan la absorción de las vitaminas liposolubles y aportan ácidos grasos que el cuerpo no puede fabricar, como el linoleico.
Finalmente es importante decir que las grasas son importantes para la síntesis de una hormona clave: la testosterona.
Es importante que reconozcamos la diferencia entre grasas saturadas e insaturadas. Las primeras son aquellas que se encuentran en las frituras, en grasas animales, lácteos enteros. Estas grasas no deberían representar más del 10% de la energía total diaria, por lo que debe tenerse mucho cuidado, ya que recordemos que un solo gramo puede aportarnos 9 calorías, por lo que no es muy difícil alcanzar este porcentaje.
Las grasas insaturadas, por otro lado, son las llamadas “grasas buenas”, provenientes de aceites vegetales crudos, frutos secos o pescados. Estas grasas promueven buenos niveles de colesterol y mejoran la utilización y absorción de nutrientes. En total, se recomienda que las grasas saturadas constituyan el 20% del valor energético total diario.
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