Las migrañas en los niños
Muy al contrario de lo que pueda pensarse, las migrañas no son un padecimiento exclusivo de las personas adultas sino que suelen tener su inicio en la niñez. De hecho, si se habla solamente del dolor de cabeza, aproximadamente el 10% de los niños por debajo de los cinco años lo ha padecido, la cifra aumenta al 50% en la edad escolar y al entrar en la adolescencia ya el 90% de los niños conoce que es un dolor de cabeza.
Pero… ¿cómo diagnosticar las migrañas en los niños?
En primer lugar debe conocerse que el dolor de cabeza y las migrañas no son lo mismo ya que la migraña se caracteriza por la presencia de la hemicránea; es decir, un dolor que afecta media cabeza. Usualmente las molestias corresponden a las áreas temporal y orbitaria. Además, las migrañas van acompañadas con otros síntomas como los mareos, ver puntos luminosos o manchas y la fotosensibilidad.
Según la International Headache Society, para diagnosticar una migraña es necesario que el niño haya padecido al menos cinco episodios con los siguientes síntomas:
– Episodios que se extienden entre 1 y 72 horas.
– Aparición de náuseas, mareos, vómitos, fotofobia y/o fonofobia (intolerancia al ruido).
– Dolor de cabeza de localizado, ya sea de forma unilateral o frontoparietal.
– Dolor de intensidad moderada a severa.
– Agravamientos al realizar actividades rutinarias como caminar o subir las escaleras.
En relación con el aura (los síntomas de tipo oftalmológico o sensorial que preceden al dolor de cabeza) ésta puede o no aparecer en las migrañas.
Además, debe conocerse que los cambios de tiempo, los viajes o los exámenes pueden convertirse en una causa que desate la migraña en los niños ya que el aumento de las responsabilidades y la presión son vividos con particular estrés por parte de los pequeños.