La sobredosis de naproxeno: Sus síntomas
El naproxeno es considerado un antiinflamatorio no esteroideo de uso general que suele emplearse para el tratamiento del dolor, la fiebre, inflamación o rigidez provocados por afecciones como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la osteoartritis, la espondilitis anquilosante y la dismenorrea primaria; por sólo citar algunas.
Su consumo actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas en el organismo, de manera que controla las sensaciones de dolor y malestar en el cuerpo humano por un periodo de casi 12 horas. Su consumo frecuente puede provocar molestias gastrointestinales por lo que para mitigar estos efectos se recomienda que se ingiera con alimentos.
El naproxeno también suele inhibir la excreción del sodio y el litio, no siendo recomendable su combinación con otros fármacos como: los anticoagulantes (pues puede incrementar el riesgo de hemorragias), las sulfonilureas (pues tiende a aumentar el efecto hipoglucemiante), los diuréticos de asa como la furosemida (por aumentar la nefrotoxicidad en el organismo).
En casos de ingestión de grandes cantidades de naproxeno ya sea intencionalmente o no, puede producirse una sobredosis de naproxeno que se manifiesta de manera disímil en cada persona pero que generalmente suele afectar múltiples sistemas del cuerpo.
Entre los signos más frecuentes se encuentran: el zumbido en los oídos, la visión borrosa, diarrea, acidez, náuseas, dolor estomacal, así como insuficiencia circulatoria, una respiración forzada y lenta, silibancias y agitación del sistema nervioso. Es común además padecer somnolencia, dolor de cabeza fuerte, incoherencia, problemas en los movimientos y alguna erupción en la piel.
Ante estos síntomas debe acudir inmediatamente al médico identificando con claridad cuales son los síntomas que padece y el nombre específico del producto consumido, así como su cantidad y la hora aproximada de su ingestión. Una vez diagnosticada la sobredosis podrá emplearse el carbón activado o un lavado gástrico para eliminar la sustancia del organismo, de manera que los síntomas vayan disminuyendo paulatinamente.
Normalmente esta problemática se soluciona sin mayores complicaciones pero es esencial someterse al tratamiento lo antes posible.