Dos consecuencias muy curiosas de dormir mal
El sueño es tan importante como la alimentación ya que gracias a este nuestro organismo se recupera del esfuerzo que ha realizado durante la jornada. En especial, el sueño es fundamental para que nuestro cerebro descanse y se regenere.
El insomnio nos vuelve más irritables
Ahora un nuevo estudio desarrollado en la Universidad de Lieja, en Bélgica, ha descifrado por qué cuando no dormimos bien nos levantamos al día siguiente de forma particularmente irritable e irascible. Según estos investigadores, la clave estaría en cortezas cingulada anterior y orbitofrontal (vale aclarar que estas zonas del cerebro están íntimamente vinculadas con las emociones y las recompensas).
Pues bien, en este estudio se le pidió a un grupo de voluntarios que durmiese conectados a un tomógrafo de emisión de positrones, que les permitió a los investigadores darle un seguimiento a las diferentes zonas de su cerebro. Así descubrieron que las cortezas cingulada anterior y orbitofrontal son las áreas que más “se apagan” durante el sueño por lo que la falta de este las afecta de manera particular. Sería esa la razón por la cual cuando no dormimos bien, al otro día estamos de mal humor.
Dormir mal y poco nos hace ver peor
Pero todo no termina aquí. Otro estudio realizado en la Universidad de Houston en Texas nos revela otro aspecto aún más interesante de las consecuencias de dormir mal. Según esta investigación, cuando dormimos una media de 7,7 horas logramos ver los colores con mayor nitidez.
De hecho, en el estudio se apreció que en la misma medida en que avanza el día nuestra percepción de los colores va cambiando y tendemos a verlos más opacos, en función del estado de ánimo y del cansancio que experimente la persona. Según esta investigación, un sueño reparador nos haría “resetear” nuestro sistema y así podemos volver a ver los colores tal cual son.