Comprar medicamentos online: ¿Es seguro?

Comprar medicamentos online es una de las tendencias que ha traído el desarrollo de Internet. De hecho, cada vez son más las personas que recurren a esta opción si bien aún existen numerosos países en Europa en los cuales esta alternativa no está contemplada por la ley. Es decir, las farmacias online no serían legales (vale aclarar que España es uno de los países que no reconoce las farmacias online).

Sin embargo, como la realidad muchas veces supera la fantasía, lo cierto es que a través de Internet se pueden encontrar lo mismo medicamentos controlados por el estado que demandan una receta médica que sustancias consideradas como suplementos dietéticos. En muchas ocasiones estos productos incluso tienen precios más convenientes que sus homólogos en las farmacias físicas. Pero… ¿los debemos comprar? ¿Son seguros?

En Italia recientemente tuvo lugar un caso bastante sonado. Un médico privado compró en un portal de subastas y ventas online el famoso sorbitol que, posteriormente, le causaría la muerte a una mujer de 28 años de edad y otros dos casos fueron hospitalizados. A raíz de ello, sitios como eBay han bloqueado la venta de este producto.

Obviamente, esto no significa que todos los medicamentos que se vendan online estén adulterados o impliquen un riesgo mortal pero es importante ser cautos y, siempre que se pueda, comprar los medicamentos en las farmacias regulares.

Recuerda que muchas de las farmacias online no brindan ninguna garantía y adolecen de profesionalidad. En estos sitios en muchas ocasiones no se manejan adecuadamente los medicamentos por lo que no estarás seguros de que han sido bien conservados y ni siquiera podrás saber cuál es su verdadera composición. De hecho, el principal problema que se ha detectado en los medicamentos vendidos por Internet, sobre todo los que se utilizan para tratar los problemas de índole sexual, es que no tienen la composición del medicamento auténtico o que no contienen la cantidad suficiente del principio activo como para ser eficaces.

Recuerda que en materia de salud también se aplica el principio: “lo barato sale caro”.