Agua para la piel: Parte I

Todas las personas sabemos acerca de la importancia del agua y lo bien que resulta cuando tomamos las cantidades de litros necesarios por día, ya que favorece al buen funcionamiento de nuestro cuerpo. El agua está presente en cada célula y tejido de nuestro cuerpo y juega un papel vital en casi todos los procesos biológicos incluyendo la digestión, absorción, circulación y excreción. Sin embargo también influye positivamente en nuestra belleza, ya que es muy importante el efecto del agua para la piel.
La mantiene joven y elástica. La rejuvenece y mantiene hidratada a lo largo del día. Más aún, desempeña un papel muy importante en todos los procesos fisiológicos.
Por ejemplo, regula la temperatura corporal mantiene los músculos fuertes, lubrica las articulaciones y los órganos. Es por ello que, mantenerte bien hidratada es fundamental para sentirte bien durante todo el día y cuidar tu cuerpo.
Es importante el papel que juega la humectación de la piel en cada mujer. Ya que una rutina diaria completa para el cuidado de la piel debe incluir la humectación.
Para preservar las propiedades naturales en la piel, el balance del agua se debe mantener. Una piel bien humectada y joven es suave, luminosa, elástica y tonificada. Es importante destacar que la piel está bien humectada cuando las capas superiores contienen entre 10 y 30 % de agua.
Es por ello que aquí entra un punto fundamental,y es la proporción de agua que tomas a diario. La dosis necesaria para un adulto es de por lo menos dos litros de agua diarios. Sin embargo existe un concepto erróneo según el cual beber gran cantidad de agua hace maravillas en la piel y en el cabello. Si bien es verdad que no beber agua regularmente afecta realmente la tonicidad y la textura del cutis, la ingestión excesiva de agua no tiene ningún efecto incremental sobre el aspecto de la piel o el cabello.

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Agua para la piel: Parte I
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