Adiós a los puntos negros en tu rostro: II PARTE

Algo muy importante a tener en cuenta en todo momento, es que debes ser paciente y no desesperarte si no ves cambios instantáneamente. Si los puntos negros no salen tan fácilmente como creías, no fuerces insistiendo desesperadamente.

Luego del procedimiento con el recipiente caliente cerca de tu rostro, deja actuar unos minutos. Al finalizar, para ayudar a que los poros vuelvan a cerrarse, puedes masajear la zona con aceite de jojoba o simplemente con abundante agua fría.

Existe también toda una línea de productos dirigidos a solucionar este problema. En primer lugar, las famosas bandas o tiras exfoliantes que pegamos en la zona y retiramos al pasar unos minutos. Luego, todos aquellos productos que contienen el ácido salicílico, como lo mencionamos anteriormente.

En caso que decidas ir a una estética profesional, también pueden resultarte muy efectivos los ácidos hidróxidos, que sirven como exfoliantes y son muy utilizados por esteticistas; aunque se necesita un tratamiento de varias sesionesy deberás armarte de paciencia por un tiempo.

En los casos más severos y de piel extra sensible también suele utilizarse la retina A, que ayuda a que los puntos negros salgan fácilmente y evita que las células muertas vuelvan a acumularse. Pero sería importante que primero consultaras con un dermatólogo especializado en el tema, ya que este método no suele ser recomendado para pieles no grasas.

De lo contrario puedes hacer que tu piel se vea opaca y hasta se pele. Es por eso que siempre que podamos, lo mejor es recurrir a un especialista que nos indique qué producto o tratamiento es el más recomendable llegado el caso.

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Adiós a los puntos negros en tu rostro: II PARTE
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