3 mentiras sobre la salud con las que nos engañamos
Nuestra percepción sobre la realidad o sobre nosotros mismos, no siempre es muy fidedigna. De hecho, se ha demostrado que la mayoría de las personas tienen una percepción de riesgo que no es acorde con el peligro real de enfermar. La mente puede ser nuestra mejor aliada y nos puede ayudar a conseguir el estilo de vida saludable que deseamos o, al contrario, se puede convertir en nuestro peor enemigo y mantenernos atados a hábitos dañinos. No obstante, si realmente quieres lograr una vida más saludable, tendrás que desenmascarar algunas de las mentiras que solemos contarnos a nosotros mismos.
1. Con el paso de los años, es normal engordar.
Los estudios han demostrado que con la edad, la masa magra tiende a disminuir y aumenta el porcentaje de tejido graso. También se conoce que el metabolismo se ralentiza por lo que no logramos quemar calorías con la misma eficiencia que antes. Sin embargo, también se ha demostrado que estos cambios se pueden retrasar si seguimos un estilo de vida activo. Un estudio comprobó que las mujeres de 46 años que realizaban largas caminatas, cinco días a la semana, podían perder peso y mantenerse en forma.
2. La obesidad se debe a los genes.
Es verdad que los genes juegan un papel importante en el metabolismo y en el riesgo de desarrollar obesidad, pero no son determinantes y, sobre todo, no tienen por qué incidir en el estilo de vida que asumas. La mayor parte de los casos de obesidad no se deben a la genética sino a factores nutricionales y ambientales; es decir, a la dieta que sigamos y los hábitos diarios que asumimos.
3. La agenda está demasiado ocupada como para incluir los ejercicios.
Esta es una de las excusas preferidas de las personas para llevar una vida sedentaria. Sin embargo, en realidad no es necesario ir al gimnasio dos horas todos los días para ver los beneficios de la actividad física. Las personas adultas solo necesitan una media de 150 minutos a la semana de actividad aeróbica para poder mantenerse en forma. Esto significa que tan solo deberás hacer 30 minutos de ejercicio durante cinco días a la semana, no es tan difícil encontrar este tiempo, incluso en las agendas más llenas. Además, este tiempo se revertirá en una mejoría en el estado de ánimo, más energía y, consecuentemente, más productividad.
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