fiebre del heno

Fiebre del heno, forma de rinitis estacional causada por alergia al polen. Sus síntomas son ataques intensos de estornudo, inflamación de la mucosa nasal y los ojos, y respiración dificultosa. La fiebre del heno aparece cada año en la misma estación. Es una reacción a la inhalación de los pólenes transportados en el aire y a los cuales el individuo es sensible. Las personas cuyos antecedentes familiares tienen historial de fiebre del heno pueden heredar la tendencia a reaccionar, no a alergenos concretos, sino a todos aquellos a los que queden expuestas. Un 10% de la población de los países más desarrollados está afectado por esta alteración. Un médico puede determinar cuál es el agente o los agentes que producen esta reacción frotando la piel del paciente y aplicando diversos tipos de polen. Los pólenes a los que es alérgico producirán una reacción consistente en una roncha inflamada caliente. Debido a que la fiebre del heno implica una reacción antígeno-anticuerpo en la que el cuerpo libera histamina, sustancia que irrita los vasos sanguíneos y las glándulas, es posible que los antihistamínicos proporcionen algún tipo de alivio. El tratamiento a largo plazo supone una serie de inyecciones de extractos de polen antes del comienzo de la estación. Si se repiten todos los años, estos tratamientos acaban por aliviar el 75% de los casos gracias a una hiposensibilización gradual a los agentes productores.
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