REACCIONES ADVERSAS: Se ha informado de cefaleas, vértigos, eritemas y síntomas gastrointestinales, tales
como náuseas, vómitos, diarrea y dispepsia. Estos efectos indeseables, generalmente entre ligeros y
moderados, y de aparición precoz, se hacen menos frecuentes al proseguir el tratamiento. Al igual que con
otros fibratos, se han observado ocasionalmente anomalías de la función hepática. Lo mismo que con otros medicamentos de este tipo, también se ha informado sobre casos de miopatías, tales
como miositis y rabdomositis. Estos problemas musculares parecen ser dependientes de la dosis; por lo
tanto, la posología no debe sobrepasar la dosis de 100 mg por día. Conviene advertir a los pacientes que deben informar rápidamente acerca de cualquier dolor, sensibilidad o
debilidad muscular que aparezca sin explicación. Las tasas de CPK deben ser analizadas lo más rápidamente
posible en los pacientes que denuncien tales síntomas, y el tratamiento debe ser interrumpido en caso de
diagnóstico de miopatía o de un aumento importante de la tasa de CPK. En la mayoría de los casos, la
toxicidad muscular es reversible al suspender el tratamiento. Al igual que con otros medicamentos de este tipo, se han comunicado algunos casos excepcionales de impotencia
y alopecia. Durante el tratamiento con ciprofibrato se han informado igualmente, en raras ocasiones, vértigos, somnolencia
y fatiga, así como casos aislados de neumonía o fibrosis pulmonar.
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