Principios del entrenamiento físico en verano: ¿Cómo saber cuando parar?

entrenamiento veranoEn los primeros días que se comienza el entrenamiento físico las personas generalmente están muy motivadas con el mismo e incurren en varios errores. Probablemente uno de los más comunes sea el no saber cuando parar, de forma que se produce un sobreentrenamiento que no sólo provoca las conocidas agujetas sino que también puede causar daños a la salud.

Dentro de los principios del entrenamiento físico uno de los más importantes hace referencia a saber cuando detenerse; sobre todo en el verano y si se practica el ejercicio en exteriores. Debe puntualizarse que entrenar con elevadas temperaturas presupone un esfuerzo extra para el corazón y los pulmones. Además, nuestra temperatura corporal aumenta de manera considerable y en el intento de disipar el calor, el corazón bombea una mayor cantidad de sangre hacia la piel. Esto hace que los músculos reciban un riego sanguíneo menor. Si a esto se le suma una humedad ambiente elevada, el cuerpo se encuentra sometido a un estrés aún mayor ya que no tiene forma de controlar la temperatura, lo que hace que ésta aumente aún más. 

En condiciones ambientales normales el organismo se adapta de forma automática a los cambios de temperatura pero cuando hay demasiado frío, calor o humedad, este mecanismo es como si se atascase y se pueden experimentar desde fatiga hasta cólicos o incluso ataques cardiacos.

Afortunadamente, antes de llegar a estos extremos el cuerpo brinda algunas señales que indican que debe detenerse el entrenamiento físico. Aprender a reconocerlas y no empujarse más allá de los límites es esencial para prevenir los golpes de calor u otras complicaciones. 

Dentro de los síntomas que indican que debe detenerse el entrenamiento se encuentran: debilidad acusada y anormal, dolor de cabeza, mareos, calambres en los músculos, nauseas o vómitos y latidos demasiado rápidos.

Cuando se experimenta alguno de estos síntomas, lo mejor es detenerse e intentar relajarse. Se recomienda que se beba líquido y que se intente humedecer y airear la piel. Si no se siente bien después de haber pasado una hora o se presenta la fiebre y síntomas de confusión mental, es mejor solicitar ayuda médica. Debe recordarse que la actividad física es importante pero debemos tener cuidado de que la misma no se convierta en un riesgo para la salud.

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