Los alimentos saludables nos compulsan a comer alimentos dañinos: Un truco del cerebro
Imaginen dos restaurantes, en uno se venden únicamente patatas fritas y en el otro también se venden ensaladas. ¿Cuál venderá más patatas fritas?
Mientras que la lógica nos afirma que la ensalada podría desplazar la venta de patatas fritas, nuevas investigaciones afirman justo lo contrario: añadir una ensalada al menú aumenta la venta de patatas fritas. En otras palabras, cuando asociamos un alimento natural y beneficioso a otro poco saludable, mostramos una propensión mayor a consumir éste último. El estudio en cuestión, debido a su incidencia social, fue publicado en el New York Times.
En este experimento a una serie de estudiantes se les ofrecieron dos menú posibles. Uno de ellos contenía patatas fritas, nuggets de pollo y patatas al horno mientras que el otro incluía el mismo menú más una ensalada. Asombrosamente, aunque todos los jóvenes percibían que las patatas fritas no eran un alimento saludable, cuando se le presentaron las mismas junto a la ensalada, éstas fueron tres veces más populares. Hablando en términos estadísticos, sólo el 10% de las personas ordenó unas patatas fritas cuando se les presentó el primer menú mientras que con el segundo menú, el 30% de las personas decidió consumir las patatas fritas.
Según los autores del estudio, la presencia de los alimentos saludables hace que las personas bajen la guardia contra los alimentos dañinos; es como si se asociara a la salud, alimentos que realmente son poco saludables. Así, la ensalada propiciaría una conducta indulgente hacia nosotros mismos.
El carácter contradictorio de este estudio continúa con la afirmación de que las personas que habían demostrado un mayor autocontrol (en test realizados con anterioridad) también fueron aquellas que se dejaron seducir por la ensalada y pidieron las patatas fritas. Aunque este resultado pueda asombrar a algunos, lo cierto es que las personas que intentan controlarse permanentemente, suelen aprovechar el menor resquicio para dejarse llevar por sus impulsos.
Así, este estudio puede servir como un foco de atención que nos alerte cuando nos presenten platos saludables unidos a alimentos dañinos para nuestra salud.