Lesiones físicas en el deporte: ¿Cómo evitarlas escuchando nuestro cuerpo?
Todos sabemos que debemos escuchar a nuestro cuerpo. De hecho, son muchos los médicos, psicólogos y entrenadores deportivos que afirman que nuestro organismo tiene un lenguaje propio para expresar las dificultades y advertirnos de las mismas, sólo que en ocasiones no le escuchamos o no le prestamos la debida atención.
Si alguien debería escuchar su cuerpo con particular atención son las personas que practican cotidianamente actividad física ya que es nuestro organismo quien nos envía las señales de cuando detener el entrenamiento o disminuir su intensidad o corremos el riesgo de desarrollar las conocidas y temidas lesiones físicas en el deporte.
El truco para escuchar los mensajes que debe transmitir el cuerpo se centra en saber diferenciar cuando estos son una advertencia y cuando se refieren simplemente al cansancio o la fatiga, cuando indican un dolor o son el síntoma de una lesión seria.
Keith Hanson, entrenador deportivo del Brooks Distance Project, afirma que en el caso de la carrera, existen varios dolores que pueden resolverse a lo largo de la misma mientras que otros son una indicación de que debemos detenernos. Este especialista puntualiza que las rodillas son uno de los sitios preferidos a partir del cual nuestro organismo envía las señales.
Si en el medio de una carrera, nos encontramos cojeando y pasados diez minutos el dolor y la molestia no desparece, entonces deberíamos detenernos. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de desarrollar lo que se conoce como lesiones de compensación. Es decir, el problema que inició en el tobillo o la rodilla puede trasladarse a la cadera y provocar lesiones aún mayores. Además, los dolores repentinos casi siempre son una señal de que algo anda mal por lo que deberíamos detener el entrenamiento.
En el entrenamiento físico debemos estar particularmente atentos a las señales corporales ya que éstas nos indican cuando nos estamos esforzando más allá de los límites saludables. Disminuir la importancia de las sensaciones o del dolor no es de ayuda.