Composición:
Cada ampolla de 1 ml contiene: Midazolam 5 mg. Cada ampolla de 3 ml contiene: Midazolam 15 mg.
Contraindicaciones:
El uso de las benzodiazepinas no se recomienda en los casos siguientes: alergia a benzodiazepinas. Miastenia grave: la
actividad relajante muscular de las benzodiazepinas puede producir un empeoramiento de la enfermedad, con aumento
de la fatiga muscular. Insuficiencia respiratoria severa: su efecto relajante muscular puede potenciar la
depresión respiratoria. Glaucoma en ángulo estrecho: el posible efecto anticolinérgico de la benzodiazepina puede
aumentar la presión intraocular y agravar la enfermedad. Apnea del sueño: puede producirse una exacerbación.
Insuficiencia hepática severa, debido al riesgo asociado de encefalopatía. Intoxicación etílica aguda, coma o
síncope debido a la depresión aditiva sobre el sistema nervioso central.
Acción Terapéutica:
Midazolam es un ansiolítico benzodiazepínico de acción corta. Además, posee propiedades ansiolíticas,
anticonvulsivantes y miorrelajantes. Cuando se administra por vía I.M. o I.V. produce una amnesia anterógrada
breve (el paciente no recuerda los hechos ocurridos durante la fase de mayor actividad del compuesto).
Presentaciones:
Zolmid 5 mg/1 ml:
envases conteniendo 10 y 100 ampollas.
Zolmid 15 mg/3 ml:
envases conteniendo 5 y 100 ampollas.
Posología:
Vía parenteral:
Sedación consciente antes de intervenciones quirúrgicas o diagnósticas, por vía I.V.:
Adultos:
2.5 mg durante 30 segundos inicialmente. La máxima sedación se alcanza de 2-5 min. Repetir la dosis según la respuesta
individual en caso necesario. Dosis total media: 3.5-7.5 mg (usualmente 4 mg).
Ancianos, pacientes debilitados o con
enfermedades
1 mg inicialmente. El efecto máximo tarda más en alcanzarse, por lo que la administración adicional se debe regular
lenta y cuidadosamente. Dosis usual total: 3.5 mg. Premedicación antes de una intervención, I.M. profunda:
Adultos:
0.07-0.1 mg/kg de 20-60 min. antes de inducir la anestesia (como monofármaco o asociado a anticolinérgicos).
Ancianos:
2-3 mg, siempre y cuando no se administren narcóticos conjuntamente (vigilancia en mayores de 70 años por posibilidad
de somnolencia excesiva).
Niños:
0.08-0.2 mg/kg junto con atropina. En niños de 1-15 años, se recomienda 0.08 mg/kg + 0.3 mg/kg atropina, 30-60 min.
antes de la intervención. Inducción y mantenimiento de la anestesia, I.V. lenta:
Adultos:
si no hay premedicación, 0.3-0.35 mg/kg durante 20-30 segundos inicialmente, aplicando en caso necesario, dosis
adicionales del 25% de la inicial hasta completar inducción. Dosis máxima total de 0.6 mg/kg. En caso de
premedicación, 0.25 mg/kg durante 20-30 segundos, tardando 2 min. en actuar.
Ancianos:
si no hay premedicación, 0.3 mg/kg inicialmente, si existe premedicación 0.2 mg/kg.
Pacientes debilitados:
si no hay premedicación, 0.15-0.25 mg/kg inicialmente, en caso de premedicación reducir la dosis. Recomendaciones: los
fármacos utilizados como premedicación se administrarán 1 hora antes que la inducción con midazolam (excepto
fentanilo [I.V.] que se administrará 5 min. antes). Emplear dosis adicionales de 0.03-0.1 mg/kg por I.V. o bien
utilizar la infusión continua para el mantenimiento de la inconsciencia. Inductor y tranquilizante en niños:
0.15-0.20 mg/kg (I.M.) + ketamina (I.M.). Sedación prolongada en unidades de cuidados intensivos (UCI), I.V.:
dosis de saturación 0.03-0.3 mg/kg y dosis de mantenimiento de 0.03-0.2 mg/kg/h. Reducir la dosis de mantenimiento
o bien omitir la de saturación en pacientes con hipovolemia, vasoconstricción e hipotermia.
Vía rectal:
Sedación preoperatoria en niños: 0.3-0.5 mg/kg de 20-30 min. antes de inducir anestesia. Administrar la solución de la
ampolla con un aplicador plástico fijado al extremo de una jeringa, si el volumen requerido es muy pequeño se
puede agregar agua hasta 10 ml.
Contraindicaciones:
El uso de las benzodiazepinas no se recomienda en los casos siguientes: alergia a benzodiazepinas. Miastenia grave: la
actividad relajante muscular de las benzodiazepinas puede producir un empeoramiento de la enfermedad, con aumento
de la fatiga muscular. Insuficiencia respiratoria severa: su efecto relajante muscular puede potenciar la
depresión respiratoria. Glaucoma en ángulo estrecho: el posible efecto anticolinérgico de la benzodiazepina puede
aumentar la presión intraocular y agravar la enfermedad. Apnea del sueño: puede producirse una exacerbación.
Insuficiencia hepática severa, debido al riesgo asociado de encefalopatía. Intoxicación etílica aguda, coma o
síncope debido a la depresión aditiva sobre el sistema nervioso central.