osteomielitis

Osteomielitis, término aplicado a cualquier proceso inflamatorio de los huesos o de la médula ósea, que habitualmente se debe a una infección producida por microorganismos como Staphylococcus aureus, estreptococos, Mycobacterium tuberculosis, y otros muchos, así como por diversos hongos. Por lo general, el microorganismo alcanza el hueso a través de la circulación sanguínea procedente de una infección localizada en otro punto. A veces, la osteomielitis se debe a una infección directa después de una intervención quirúrgica, a una fractura abierta, o a un traumatismo. La osteomielitis, en especial las bacterianas, pueden cursar como un cuadro agudo. Los síntomas suelen ser escalofríos seguidos de fiebre, con dolor intenso y tumefacción en la zona inflamada. La inflamación se inicia en la cavidad medular y produce el reblandecimiento y erosión de los huesos largos, siendo frecuente la formación de abscesos purulentos y la extensión rápida a todo el hueso con la posterior necrosis de las partes duras. La osteomielitis crónica, que suele observarse en la tuberculosis, las infecciones micóticas, o en pacientes con infecciones bacterianas por otros microorganismos, tiene un curso más lento y menos dramático, con un dolor menos acentuado y una elevación menor de la temperatura, y por lo general, conduce a la destrucción del hueso. La osteomielitis aguda se trata mediante antibióticos, como nafcilina, asociados a cirugía para exponer el hueso afectado, drenar el pus y eliminar el tejido muerto. Gracias a los antibióticos, la osteomielitis aguda grave es poco frecuente. La osteomielitis crónica suele ser un proceso de difícil curación. Los tratamientos alternativos incluyen el raspado del hueso infectado, el injerto de hueso procedente de otra localización y la introducción de una cadena de bolas impregnadas con gentamicina en el foco de infección. Sin embargo, con frecuencia, muchos pacientes considerando los riesgos y beneficios deciden vivir con esta afección.
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