CICLOSPORINA y ANTIBIOTICOS MACROLIDOS
Interacciones entre CICLOSPORINA y ANTIBIOTICOS MACROLIDOS, efectos secundarios.
Advertencia! la información que ofrecemos es orientativa y no sustituye en
ningún caso la de su médico u otro profesional de la salud..
EFECTO PREVISIBLE
Posible acumulación del antibiótico y/o de la ciclosporina. Riesgo de manifestaciones tóxicas.
IMPORTANCIA CLÍNICA
La interacción está constatada en términos farmacocinéticos, habiéndose registrado incrementos muy notables (hasta un
500%) en los niveles séricos y en la semivida de eliminación, así como notables variaciones en otras constantes
farmacocinéticas, tanto de los antibióticos macrólidos como de la ciclosporina. Todo parece indicar que es una
interacción patente, aunque de resultados variables según el antibiótico macrólido empleado. Es poco previsible que
la acumulación de los antibióticos macrólidos llegue a provocar fenómenos tóxicos importantes, tanto por la relativa
inocuidad de estos antibióticos como por lo limitado de la duración del tratamiento con el mismo. Por su parte, los
macrólidos pueden producir fuertes incrementos de los niveles séricos de ciclosporina, con el consiguiente riesgo
toxicológico (especialmente de tipo nefrológico). En este caso puede ser preferible suspender la administración de
tales antibióticos.
MECANISMO DE INTERACCIÓN
Posible inhibición mútua del metabolismo de los macrólidos, por inhibición de los enzimas microsomales hepáticos, y
específicamente por bloqueo de diversas isoformas del citocromo P450 (3A y otros).
EVIDENCIAS CLÍNICAS
1 En un estudio llevado a cabo sobre pacientes sometidos a trasplante renal y sujetos sanos como control, la
administración conjunta de ciclosporina y roxitromicina condujo a un incremento del 100% en la semivida de
eliminación de la roxitromicina, a un aumento del 126% en el área bajo la curva concentración plasmática/tiempo y a
un descenso del 57% en el aclaramiento total del antibiótico. 2 Una paciente sometida a trasplante renal comenzó a
tomar azitromicina (500 mg el primer día y 250 mg/día los siguientes). La paciente estaba siendo tratada de forma
crónica con una asociación de ciclosporina (2 mg/kg/día), azatioprina (25 mg/día) y prednisona (20 mg/día). A los
dos días de tratamiento con azatromicina, la paciente experimentó un incremento en los niveles séricos de
ciclosporina del 550% (de 27 a 149 ng/ml). Tras cinco días de tratamiento con azitromicina, ésta fue retirada,
observándose el sexto día que los niveles de ciclosporina habíran descendido hasta 66 ng/ml, retornando a la
concentración previa al tratamiento con azitromicina al cabo de 30 días. 3 Una paciente sometida a trasplante renal
y bajo tratamiento durante ocho meses con ciclosporina (240 mg/día), azatioprina (150 mg/día) y prednisona (20
mg/día), fue tratada con midecamicina (800 mg/12 h). A los tres días, la paciente comenzó a mostrar edema, temblores
y dolor gingival. Su presión arterial y los niveles de creatina aumentaron marcadamente y la concentración sérica de
ciclosporina aumentó en un 270% (de 140 a 375 ng/ml). Tras reducir la dosis de ciclosporina a 50 mg/día, su
concentración sérica cayó hasta 150 ng/ml. Tras la retirada de la midecamicina, la restituyó la dosis original de
240 mg/día de ciclosporina, manteniéndose sus niveles séricos dentro del rango terapéutico. 4 Una paciente de 54
años sometida a trasplante renal fue mantenida con ciclosporina (225 mg/día), junto con prednisona, azatioprina y
simvastatina, marcando unos niveles plasmáticos de ciclosporina de 100-160 ng/ml. Se inició un tratamiento con
claritromicina (500 mg/12 h) y tres semanas después, la paciente mostró unos niveles plasmáticos de ciclosporina de
1200 ng/ml (+1000%) y una creatinina sérica de 340 µmol/l. La paciente fue hospitalizada con dolores musculares y un
fuerte aumento de CPK (13000 UI/l), lo que sugería la existencia de rabdomiolisis. Tras suprimir la simvastatina,
reducir la dosis de ciclosporina a 150 mg/día y la de claritromicina a 250 mg/12 h, se resolvieron todos los
síntomas y los niveles plasmáticos de ciclosporina retornaron a la normalidad. 5 En un estudio realizado sobre
pacientes sometidos a trasplante de riñón bajo tratamiento con ciclosporina a los que se añadió un tratamiento con
diritromicina (500 mg/d), se registró un incremento del 16,3% en los niveles plasmáticos de ciclosporina.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1 Moravek J. Int J Clin Pharmacol Ther Toxicol 1990;28:262-267. 2 Ljutic D. Nephron 1995;70:130. 3 Finielz P. Nephron 1995;70:136. 4 Spicer ST. Br J Clin Pharmacol 1997;43:194-6. 5 Bachmann K, et al. Am J Ther 1995;2