Tres alimentos que pueden afectar tu sistema inmunitario

Para nadie es un secreto que la alimentación es clave para nuestra salud. De hecho, así como existen alimentos que ayudan a fortalecer nuestras defensas, también hay alimentos que afectan el sistema inmunitario. Lo peor es que muchos de estos alimentos suelen pasar desapercibidos para la mayoría de las personas que los incluyen en su dieta cotidiana. Te desvelamos algunos de los alimentos que están bajando tus defensas sin que  seas consciente de ello.

Alimentos que deberías evitar ya que bajan las defensas del organismo

1. Alcohol. La mayoría de las personas conocen los efectos negativos del alcohol para la salud, pero lo que muy pocos saben es que las bebidas alcohólicas también debilitan el sistema inmunitario y reducen la capacidad del organismo para combatir las infecciones. De hecho, un estudio realizado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España encontró que el consumo excesivo y frecuente de alcohol puede reducir la fortaleza inmunitaria y aumentar la vulnerabilidad del organismo ante ciertas enfermedades. Esto se debe a que el alcohol inhibe la producción de algunas proteínas relacionadas con la activación de determinadas respuestas inmunológicas. Por tanto, las personas que beben con frecuencia son más vulnerables ante los virus, bacterias y parásitos, y esas vulnerabilidad puede persistir durante al menos un día.

2. Lácteos. Muchas personas suelen relacionar los lácteos con los problemas de intolerancia a la lactosa, sin embargo, este no es su único inconveniente para la salud. Se conoce que algunos de los lácteos, como el yogur, son ricos en azúcar, la cual aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina. Además, se ha demostrado que algunos lácteos como la leche, el queso y el helado pueden hacer que las vías respiratorias se cierren cuando existe una patología de base. Esto se debe a que la cantidad de antígenos de los lácteos desbordan la capacidad de reacción del sistema inmunitario, lo cual nos hace más vulnerables ante las infecciones del entorno.

3. Harina refinada. Los carbohidratos simples no solo aumentan nuestro riesgo de engordar y se convierten en glucosa durante la digestión sino que también provocan alteraciones en el intestino, una parte fundamental de nuestro sistema inmunitario. Además, se conoce que el trigo con el que se confecciona la harina refinada suele ser rico en ácidos grasos omega-6, una composición que altera el equilibrio de omega-3 y provoca diferentes problemas de salud. De hecho, se ha demostrado que uno de los problemas principales del trigo es el gluten, una proteína compleja que afecta la adecuada absorción de los nutrientes a nivel intestinal, a la vez que daña la flora bacteriana, que tiene la función de protegernos de numerosas enfermedades infecciosas.