El síndrome de la clase turista

El síndrome de la clase turista es un trastorno que se caracteriza por la aparición de una trombosis venosa profunda posterior a un largo período de reposo. En la generalidad de los casos esta trombosis aparece luego de viajes extensos donde la persona permanece casi inmóvil en un lugar estrecho.

El síndrome fue descrito luego de la muerte de una pasajera de 28 años de edad, quien sufrió un trombo embolismo pulmonar provocado al encontrarse durante un largo período inmovilizada en las estrechas butacas del avión, según reveló la autopsia realizada con posterioridad. Desde ese entonces, los índices de pacientes con síntomas de embolia luego de un largo viaje han aumentado notablemente ya que los profesionales sanitarios comenzaron a registrar su incidencia.

Al respecto, los especialistas consideran que permanecer mucho tiempo sentado con una inmovilidad prolongada de las piernas puede ocasionar episodios de trombosis, pues las venas que se encuentran detrás de las rodillas se mantienen colapsadas durante este tiempo perjudicando la circulación de todo el cuerpo. De esta manera, al recuperar la movilidad cuando el viaje termina, los trombos que se forman sobre todo en las rodillas, pueden viajar hacia otros órganos como el cerebro, los pulmones o el corazón ocasionando severos daños.

Según la Asociación de Medicina Aeronáutica de Estados Unidos aunque el síndrome resulta muy común en la clase de turista de los aviones, también puede producirse en primera clase o en viajes en ómnibus. Por tal razón, más allá de la estrechez para mover las extremidades inferiores la principal causa del síndrome de la clase turista radica en la inmovilidad de la persona durante largo tiempo.

Por ello, los especialistas recomiendan moverse con frecuencia en el asiento de viaje intentando estirar las piernas, y en los casos que sea necesario por problemáticas de salud anteriores, consumir una aspirina para mejorar la circulación de sangre en el organismo y prevenir la formación de trombos.