El día trampa en la dieta

Todo aquel que haya intentado mantener una dieta sabe que no es una tarea fácil, se requiere mucho compromiso y fuerza de voluntad para poner en práctica todos los cambios en el estilo de vida que son necesarios. De hecho, la principal razón por la cual las personas abandonan una dieta es debido a que no logran mantenerse firmes a lo largo de las semanas. Por eso, hay quienes dicen tener un truco bajo la manga: el día trampa.

Básicamente, se trata de un día en el cual relajamos las estrictas normas de la dieta y nos permitimos unos pequeños caprichos. Sin embargo, ¿esta estrategia realmente es eficaz? ¿El día trampa nos ayuda a seguir la dieta y a perder peso?

Según la Asociación Americana de Dietistas el día trampa es una estrategia inadecuada para mantener una dieta adecuada. De hecho, señalan que si una persona necesita tener un día trampa para darse pequeños caprichos significa que el régimen que está siguiendo no es el más indicado o que no existe un compromiso personal lo suficientemente fuerte.

Y es que el problema del día trampa radica en que, lejos de ser una estrategia para automotivarnos, en realidad solo incrementa la frustración ya que al día siguiente nos culparemos por haber sido víctimas de la tentación.

Los 3 mitos más populares sobre el día trampa

1. Reduce el hambre. Tener un poco de hambre mientras se sigue una dieta es relativamente normal, en la mayoría de los casos ni siquiera se trata de un hambre real sino de ansiedad. Sin embargo, darse pequeños caprichos culinarios no reducirá la sensación de hambre.

2. Reduce el apetito. El deseo subjetivo de comer determinados platos no va a disminuir por un día trampa, engañar a nuestro cerebro no resulta tan sencillo. Por el contrario, con esta estrategia solo lograrás activar aún más el apetito por ciertos alimentos y después te costará mucho más ceñirte a la dieta.

3. Disminuye la ansiedad. Es cierto que mantener una dieta restrictiva puede provocar ansiedad, es una respuesta emocional del cuerpo ante el cambio en el estilo de vida y la negación de alimentos que provocaban placer. Sin embargo, el día trampa solo ayuda a esconder esta ansiedad, no hace que desaparezca.