3 alimentos prohibidos durante el embarazo

Durante el embarazo la mujer debe prestar una atención especial a su dieta ya que la mayoría de las sustancias que ingiera, pasarán a su bebé. Por eso, existen algunos alimentos que prácticamente están prohibidos durante la gestación o que se recomienda un consumo moderado. De hecho, incluso durante la lactancia, muchos de estos alimentos se deberían evitar ya que pueden pasar al bebé a través de la leche materna.

– Pescados ricos en mercurio. En sentido general, los pescados son muy nutritivos y beneficiosos para nuestra salud pero es conveniente que la mujer embarazada o que está lactando elimine de su dieta algunos tipos de pescado, que normalmente contienen cantidades elevadas de mercurio, como el lucio, el atún rojo y el pez espada. Debes saber que el mercurio tiene un efecto acumulativo que puede provocar daños neurológicos en el bebé. Además, se ha relacionado con mayores probabilidades de tener un parto prematuro.

– Bebidas con cafeína. El café, el té, las bebidas energéticas y la Coca Cola no son muy recomendables durante el embarazo. Es cierto que no es necesario eliminarlas del todo pero los especialistas recomiendan no beber más de una taza al día de café o té, sobre todo durante la lactancia ya que se ha podido apreciar que la cafeína provoca irritabilidad, problemas de sueño y temblores en los bebés. En todo caso, se deben consumir después de la toma.

– Bebidas alcohólicas. El alcohol es una de las sustancias más nocivas durante el embarazo. El problema es que este pasa al feto y obliga a sus órganos incipientes a metabolizar una sustancia demasiado tóxica, como resultado, puede producirse un daño temprano e irreversible. Incluso en la lactancia, se deben consumir de forma moderada y esporádica.

Los alimentos flatulentos: ¿Realmente son dañinos?

Una creencia popular afirma que algunas verduras y legumbres, como los garbanzos, el brócoli, las coles de Bruselas y las alubias se deben evitar durante el embarazo y la lactancia ya que también producen gases en el bebé y, por ende, causan cólicos. Sin embargo, en realidad se trata tan solo de un mito ya que los gases que producen estos alimentos están causados por la digestión de los mismos, así que no se transmiten al bebé.