Sin embargo, existen diferentes tipos de hambre, en función de los estímulos que la provoquen. En este sentido, especialistas de la Universidad de Harvard han identificado 7 tipos de hambre, que deberías conocer si te planteas perder peso y seguir una dieta.
Hambre del gusto. Es un tipo de hambre estimulada por la necesidad de probar nuevas texturas y sabores. En práctica, es el hambre que se siente cuando se llevan los alimentos a la boca y se dispara el apetito y las ansias por comer. Suele ser más evidente en las personas que tienen dañada la sensibilidad del olfato.
Hambre olfativa. Se refiere al apetito que se activa al detectar el aroma de los alimentos, ya sea el olor del pan acabado de salir del horno o el de un café recién colado. De esta manera, cuando captamos el aroma, se dispara la sensación de hambre inmediatamente. De hecho, especialistas del Research Center of the Institut Paul Bocuse aseguran que se trata de un efecto tan fuerte que en algunos casos el aroma de un alimento es capaz de minimizar el sabor de otro.
Hambre de estómago. Esta es la típica respuesta del organismo cuando necesita alimentarse. Sin embargo, también es habitual que aparezca ante los estados de ansiedad, que suelen dar pie a los atracones. Se trata de un hambre visceral, que abre el apetito y puede apostar por cualquier tipo de alimento.
Hambre visual. La vista desempeña un papel importante en la alimentación, pero pocos conocen que existe un tipo de hambre que se activa a partir de imágenes visuales; es decir, cuando vemos los alimentos. Esto explica por qué solemos sentir hambre cuando vemos los anuncios publicitarios de alimentos o cuando tenemos ante nuestros ojos un plato bien decorado.
Hambre emocional. Se trata del típico apetito que aparece como respuesta a un estado emocional; o sea, para compensar la tristeza, la alegría o cualquier otra emoción. De hecho, es uno de los tipos de hambre más estudiados ya que muchas personas que sufren depresión o ansiedad, terminan refugiándose en la comida.
Hambre mental. La mente es responsable, en gran medida, de nuestra alimentación y, en especial de la sensación de hambre y saciedad. Sin embargo, el hambre mental se refiere a cómo los pensamientos inciden sobre la alimentación. Por eso, no solo somos capaces de preferir determinados tipos de alimentos sino que también podemos sentir hambre cuando pensamos en ellos.
Hambre celular. El hambre celular responde a uno de los instintos primarios básicos: la supervivencia. Se trata de un apetito que comienza por una necesidad orgánica de ingerir determinados nutrientes. De hecho, se han realizado diversos estudios que afirman que desarrollamos una preferencia innata por algunos sabores, como los dulces, que está determinada por una predisposición genética a sobrevivir.
Duflegrip, medicamento mucolítico antigripal indicado para el tratamiento de los síntomas de..Leer más
Para qué sirve Paramox , sus efectos adversos, secundarios y cómo tomar el m..Leer más
Para qué sirve Nor-crezinc , sus efectos adversos, secundarios y cómo tomar el m..Leer más
Miopropan, medicamento antiespasmódico y ansiolítico indicado para el tratamiento de patologías d..Leer más
Las contraindicaciones del jengibre son varias a pesar de que los efectos del jengibre para…
Un nuevo estudio sobre futbolistas sugiere que la presencia de mareos después de un golpe…
Esta web usa cookies