¿Cuáles son los síntomas de la rubéola?

La rubéola es una enfermedad viral infecciosa que se transmite mediante el contacto directo con las secreciones respiratorias infectadas o a través de las mucosas cuando la persona que la padece estornuda o tose. Esta enfermedad es muy común durante la primavera sobre todo en las personas entre los 3 y 19 años de edad.

Una vez que el virus se introduce en el organismo pasa entonces a la sangre atacando a los glóbulos blancos, que a su vez transmiten la infección a las vías respiratorias, la piel u otros órganos. Sin embargo, una vez que la persona padece la enfermedad adquiere una inmunidad permanente contra la misma, de manera que no vuelve a ser atacado por el virus por el resto de su vida.

Las manifestaciones de la rubéola son muy similares en las personas que la padecen pudiendo de esta manera identificarse rápidamente sobre todo si se acude rápidamente a la consulta médica. Pero, ¿cuáles son los síntomas de la rubéola?

Pasado el período de incubación del virus (alrededor de 15 días) comienza a presentarse una ligera fiebre y una erupción en la piel en forma de pequeñas manchas rosadas, a la vez que aparecen ligeros síntomas de gripe en las vías aéreas superiores y una cierta inflamación de los ganglios cervicales. Normalmente la erupción comienza en la cara y se extiende de manera rápida a los brazos, las piernas y el tronco del cuerpo para desaparecer posteriormente en la misma secuencia.

El estado de salud general de la persona normalmente no resulta afectado seriamente a no ser por la inflamación y descamación en las amígdalas. Sin embargo, en los niños puede aparecer además un ligero enrojecimiento en los ojos, así como una ligera infección en los oídos que aseveran la manifestación de la enfermedad. Mientras que en otros casos, sobre todo en adultos, la rubéola puede complicarse notablemente con la aparición de otras patologías provocadas por bacterias como neumonía o encefalitis.