Yogures probióticos: No son tan beneficiosos como se piensa

Los alimentos probióticos son aquellos que incorporan microorganismos vivos que suelen permanecer activos en el intestino humano provocando importantes efectos fisiológicos. Entre los tipos de alimentos probióticos más comunes se encuentran los yogures frescos, el kéfir, el jocoque y otras leches fermentadas.

En este sentido, numerosas investigaciones han afirmado que el consumo de este tipo de alimentos y en especial de los yogures probióticos resulta beneficioso para la eliminación de las bacterias dañinas que crecen en la flora intestinal, lo cual garantiza además una adecuada digestión. Sus beneficios también se han asociado al mejoramiento del tránsito intestinal y a la potenciación del sistema inmune de manera general. Sin embargo, un reciente estudio afirma que los yogures probióticos no resultan tan beneficiosos como se podría pensar.

El estudio publicado en la revista Science y realizado por investigadores dela Universidad de Western Ontario en Canadá se dedicó a suministrar yogures probióticos a uno de los miembros de siete parejas de gemelos de ratones que tenían la flora intestinal modificada semejante a la de los humanos.

Como principal resultado comprobaron que pasado un mes después de haber iniciado el consumo de yogures probióticos las colonias bacterianas no se habían modificado en absoluto en los experimentados, de manera que ni se adquirían nuevas funcionalidades ni se resolvían antiguos problemas.

Encontraron además en la orina de los ratones la presencia de metabolitos diferentes de la digestión de los hidratos de carbono, sin embargo, exponen los especialistas que esto no significa que mejoren el proceso digestivo.

De esta manera, los especialistas concluyen que en el estudio no se evidenciaron resultados beneficiosos para la salud luego del consumo de yogures probióticos aunque esto no significa que ocasionen daños al organismo. Así, recomiendan modificar los sistemas de publicidad orientados a señalar los beneficios de este producto y esperar el diseño de nuevas investigaciones que prueben realmente estas supuestas acciones “beneficiosas” sobre el organismo.